Rahil Iqbal es un pakistaní de 64 años. Tiene varias tiendas de ropa en San Ysidro, un distrito de San Diego, en la frontera con Tijuana. Pero asegura que el discurso del presidente Donald Trump contra los inmigrantes, sobre todo mexicanos, desplomó sus ventas. Lo dice sin anestesia: "el negocio está muerto".
La Cámara de Comercio de la localidad calcula un caída promedio de entre 35 y 45 por ciento en el primer año de Trump en el poder. "La situación es palpable", dijo su presidente, Jason Wells, quien aseguró que hay temor e incertidumbre entre muchos mexicanos que antes cruzaban a sus anchas.
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Las ventas de la tienda de celulares de Jorge Trujillo cayeron, por ejemplo, 30 por ciento. Explicó que hay miedo a la orden del gobierno —válida desde el 18 de octubre— de recolectar información de redes sociales de todos los inmigrantes que entren al país. De las consecuencias que puede tener si compran una línea allí sin ser residentes y que "los de inmigración piensen que viven aquí y les quiten sus papeles" de turista.
[OBJECT]Pero no es solo temor, hay un ingrediente de rabia, de orgullo por el agresivo discurso contra los inmigrantes con el que Trump ganó la elección hace un año, prometiendo construir un muro en la frontera con México y deportar a millones de indocumentados.
"Ha promovido un sentido de la mexicanidad, particularmente en la frontera", explicó el presidente de la Cámara de comercio de Tijuana (Canaco), Mario Carigñán, que indicó que sus miembros reportan incrementos de ventas de hasta 10 por ciento.
Le pasó a Soraya Vásquez: "prefiero consumir en Tijuana, es un asunto de dignidad. He dejado de cruzar a Estados Unidos, no sé, hay algo que me inhibe ya cruzar. ¿Para qué? Prefiero comprar acá".
Trump es política, yo trabajo para vivir
El San Ysidro es el mayor cruce fronterizo terrestre del planeta, con miles de personas que pasan de un lado a otro todos los días, y donde el español predomina.
El sector ya está divido por dos vallas metálicas y allí cerca, en Otay Mesa, se construyeron ocho prototipos para el muro que quiere Trump.
La Canaco lanzó en enero la campaña "Yo compro en Tijuana" para promover el comercio local en medio del descontento hacia Trump y revertir la fuga de consumidores, que han llegado a gastar hasta 6 mil millones de dólares en Estados Unidos, según algunos expertos.
No todos piensan así. Aún hay quienes prefieren cruzar a Estados Unidos para comprar productos por una relación costo-calidad.
Una de ellas es una comerciante de 56 años, que se identificó como Carmen y dijo que cruza una vez a la semana para abastecerse en un almacén de Iqbal.
"La gente en la frontera está acostumbrada a comprar producto americano", dijo mientras atiborraba una bolsa negra de basura con medias deportivas y ropa interior femenina... "Tengo más de 25 años viniendo. El producto mexicano no es igual, el de calidad es muy caro".
¿Y Trump...? "Eso es política", interrumpió. "Trabajo para subsistir".
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