Tillerson prevé más dureza política de EU hacia Cuba

Los ánimos se han alterado en los últimos días en Washington ante lo que muchos consideran un inminente anuncio de Trump, el viernes, sobre el giro en la política de acercamiento a la isla. 

AFP
Washington /

En medio de los crecientes rumores que apuntan a que Donald Trump anunciará el viernes en Miami un cambio en la política de acercamiento a Cuba, llevada a cabo por Barack Obama, el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, dio señales del posible endurecimiento de la posición estadunidense.

Estados Unidos debe recuperar el espíritu de la ley Helms Burton, que en 1996 intensificó el embargo a la isla, para presionar a Cuba en materia de Derechos Humanos, expresó el jefe de la diplomacia norteamericana en el comité de Relaciones Exteriores del Senado. Horas despúes reiteró la idea ante el Subcomité de Asignaciones.

"Creemos que es importante que demos pasos para restaurar el propósito de la legislación Helms Burton, que era presionar al régimen para cambiar, y esa presión, según nuestro punto de vista, se ha levantado ampliamente", dijo Tillerson.

Los ánimos se han alterado en los últimos días en Washington ante lo que muchos consideran un inminente anuncio de Trump sobre un giro en la política de acercamiento a la isla que desarrolló su antecesor.

El demócrata Barack Obama restableció en 2015 las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos tras más de 50 años de ruptura y suavizó el embargo al no poder levantarlo por la oposición en el Congreso.

La política hacia Cuba está en revisión desde que Trump entró en la Casa Blanca en enero. El mandatario, que al inicio de la carrera por la nominación del Partido Republicano había llegado incluso a mostrarse favorable al levantamiento del embargo, prometió en la recta final de la campaña a la línea dura del exilio cubano en Miami que revertiría el acercamiento de Obama si llegaba a la presidencia.

No hay confirmación oficial de que Trump vaya a anunciar cambios en Miami y aunque alguno de los senadores que hoy preguntaron a Tillerson en la audiencia del comité de Relaciones Exteriores lo daba por sentado, este solo confirmó que la política sigue en revisión.

Pero sí dio pistas de hacia dónde va la revisión preparada por su Departamento. Sobre la mesa puso la necesidad de evitar que la normalización de las relaciones, que está llevando dinero a la isla a través del turismo y los negocios, pueda servir como apoyo financiero al gobierno cubano, al que calificó como "un régimen muy opresor".

El jefe de la diplomacia estadunidense habló de un "lado oscuro" del efecto de esa normalización diplomática y abogó por volver a incrementar la presión sobre el gobierno de Raúl Castro para que avance en materia democrática.

"Creemos que (con el acercamiento) hemos conseguido muy poco en términos de cambiar el comportamiento del régimen de Cuba y en el tratamiento a su pueblo", dijo el secretario de Estado, que llegó a preguntarse si Estados Unidos no estará, indirectamente y sin darse cuenta, otorgándole apoyo financiero.

En su punto de mira estaban las medidas de suavización del embargo que fue aprobando Obama, entre las que se encuentran la facilitación de los viajes de estadunidenses a la isla y la de entrada de productos cubanos en Estados Unidos como ron y habanos.

"(Los dirigentes cubanos) tienen muy poco incentivo para cambiar", dijo Tillerson refiriéndose a los avances que se piden a Cuba en materia de derechos humanos.

Para la organización Human Rights Watch, desmantelar la política de Obama con Cuba no es sin embargo la forma de hacer avanzar a la isla en ese tema. "El hecho de que el acercamiento de Obama no haya conducido a una reforma política en Cuba tras unos pocos años no es razón para regresar a una política que probó ser un costoso fracaso durante varias décadas", indicó Daniel Wilkinson, director ejecutivo para las Américas de esa organización en un comunicado.


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