El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador aseguró que está todo listo para la consulta popular de este domingo sobre cambios en la Constitución, mientras que el presidente Lenín Moreno garantizó a las misiones de observación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) una total apertura para su labor.
Más de 13 millones de ecuatorianos están llamados para responder a siete preguntas sobre cambios en la Constitución, cinco de ellas contenidas en un referendo y dos mediante consulta popular, a propuesta del presidente Moreno.
La consulta se centra en la eliminación de la reelección indefinida, la inhabilitación de políticos corruptos, la no prescripción de delitos sexuales contra menores, la prohibición de la minería metálica, la derogación de la Ley de Plusvalía, la ampliación de zonas intangibles y la conformación por elección popular del organismo que designa a las autoridades de control.
De ganar el “sí” en la consulta, deberán modificarse de inmediato los artículos de la Constitución referentes a estos temas.
Además, se derogará la llamada Ley de Plusvalía, que creó un impuesto a las transacciones de bienes inmuebles y se emitirá una nueva ley para las nuevas normas sobre uso del suelo del parque Nacional Yasuní.
Del apoyo que obtenga el presidente Moreno en la consulta de este domingo dependerá el capital político con el que contará para implementar un rumbo distinto al de la “revolución ciudadana” de su antecesor y actual enemigo político, Rafael Correa.
Analistas afirman que eliminar la reelección indefinida que se propone en la consulta es una clara medida para impedir que Correa regrese a la presidencia del país.