El mandatario estadunidense, Barack Obama, anunció sanciones contra dos agencias de inteligencia rusas y la expulsión de 35 agentes, en una masiva reprimenda contra Moscú, acusado de interferir en la pasada elección a favor del ahora presidente electo, Donald Trump.
"He ordenado un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso sobre funcionarios de Estados Unidos y operaciones cibernéticas contra la elección estadunidense", señaló Obama a través de un comunicado.
En respuesta a los hackeos, bautizados como "Grizzly Steppe" (Oso de la estepa, en español) por funcionarios estadunidenses, Obama ordenó sanciones contra los servicios secretos militares rusos (GRU) y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la ex KGB soviética.
Las medidas concretan la promesa de Obama de castigar al gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, por presuntamente infiltrar la elección en beneficio de Trump, entonces candidato republicano.
Trump dijo ayer que aunque cree que EU debe avanzar "hacia mayores y mejores cosas", se reunirá con los jefes de inteligencia la semana próxima.
Las agencias estadunidenses de inteligencia concluyeron que el pirateo y difusión de emails del partido Demócrata y del equipo de su candidata presidencial, Hillary Clinton, estuvo diseñado por el Kremlin para impulsar a Trump.
Los 35 agentes de inteligencia —acreditados a la embajada rusa en Washington y el consulado en San Francisco— fueron declarados personas no gratas y ordenados a abandonar el país en 48 horas.
Obama también ordenó clausurar dos instalaciones rusas en los estados de Maryland y Nueva York. A otros dos individuos les fueron congelados bienes en EU por infiltrar bancos, universidades, corporaciones y otras organizaciones.
Pero a menos de cuatro semanas de abandonar la Casa Blanca, Obama anunció que su gobierno seguirá tomando otras medidas, algunas de las cuales mantendrá en secreto.
"Estas acciones no son la suma total de nuestra respuesta a las agresivas actividades de Rusia. Seguiremos tomando una variedad de acciones, en el momento y lugar que escojamos, algunas de las cuales no será publicitadas", afirmó.
Obama dijo que tomó las medidas luego de "repetidas advertencias privadas y públicas" al gobierno ruso, y subrayó que son una "respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos para perjudicar los intereses estadunidenses en violación de las normas internacionales".
En un comunicado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se mostró de acuerdo con la decisión de Obama: "Rusia no comparte los intereses de Estados Unidos, sino que ha buscado socavarlos, sembrando una peligrosa inestabilidad en todo el mundo".
Rusia rechazó las acusaciones a las que calificó como "infundadas" y prometió responder.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, acusó a Washington de querer "destruir definitivamente" las relaciones con Rusia, posiblemente en su peor momento desde el fin de la guerra fría.
Peskov dijo que Moscú va a "reaccionar de manera adecuada basado en los principios de reciprocidad".
De acuerdo a CNN, el Kremlin ordenó ayer el cierre de la Escuela Angloamericana de Moscú a la que acuden los hijos de diplomáticos estadunidenses, canadienses y británicos.
Cada 15 años, masivas expulsiones
La decisión anunciada ayer por Barack Obama de expulsar a 35 diplomáticos rusos revive la tensión que durante casi todo el siglo XX vivieron Estados Unidos y la entonces URSS y es una medida solo comparada a la realizada en 2001, cuando el gobierno de George W, Bush ordenó la salida de 50 funcionarios rusos.
El 21 de marzo de hace 15 años, a dos meses de haber asumido la presidencia, Bush decidió expulsar al medio centenar de rusos como represalia por las actividades de espionaje en favor de Moscú realizadas por un miembro del FBI.
El agente Robert Hanssen, encargado de contraespionaje del Buró Federal de Investigación (FBI), fue detenido en febrero del mismo año acusado de pasar información secreta Moscú durante una década y media.
En 1986, 15 años antes, Ronald Reagan había ordenado la expulsión de 80 diplomáticos entonces al servicio del gobierno soviético. Este año, el 9 de julio pasado, Washington ordenó la salida de dos rusos del país.
(Redacción/México)