Un grupo de 54 naciones africanas exigieron al presidente estadunidense Donald Trump que se retracte y se disculpe por haberlos calificado —junto con Haití y El Salvador— de “países de mierda”.
Tras una reunión de emergencia para evaluar los comentarios de Trump, el grupo de embajadores de países africanos ante la ONU aseguró estar “preocupado por la continua y creciente tendencia del gobierno de Estados Unidos a denigrar a África y a los descendientes africanos”.
El grupo se dijo “extremadamente consternado” y “condena con firmeza los comentarios indignantes, racistas y xenófobos del presidente de Estados Unidos ampliamente divulgados por los medios”, se lee un comunicado, en el que se exige una “retractación y disculpas”.
La resolución fue aprobada por unanimidad luego de cuatro horas de discusiones. La Unión Africana de 55 países condenó más temprano los comentarios.
Los dichos de Trump fueron hechos el jueves en una reunión de la Casa Blanca con legisladores sobre la reforma migratoria.
Después de que legisladores plantearon la cuestión de las protecciones para inmigrantes de naciones africanas, Haití y El Salvador, el presidente dijo: “¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?” y no de, por ejemplo, Noruega, rica y abrumadoramente blanca.
Trump tuiteó ayer un complicado desmentido en un intento por calmar la indignación tanto dentro de EU como a nivel mundial.
En un primer mensaje, admitió que en la reunión en la Casa Blanca se dijeron cosas “duras”, pero aseguró que “ese no fue el lenguaje utilizado”. Una hora más tarde volvió al tema en Twitter para asegurar que nunca dijo “alguna cosa despectiva sobre los haitianos, más allá de decir que Haití es, obviamente, un país muy pobre y con muchos problemas”.
Pero, poco después, el senador demócrata Dick Durbin, quien participó de la reunión, dijo que Trump sí usó la expresión “países de mierda” y además lo hizo reiteradamente, mientras que los republicanos que estuvieron presentes en la cita afirmaron “no recordar nada”.
En pocas horas, el asunto se transformó en un escándalo internacional y generó una fuerte oleada de indignación.
“Si se confirman, son comentarios escandalosos y vergonzosos por parte del presidente de Estados Unidos. Lo siento, pero la única palabra que se puede utilizar es ‘racista’”, dijo en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.
El portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a respetar “la dignidad” de los refugiados y migrantes.
El gobierno de Haití consideró en una nota “inaceptables” las palabras “odiosas y abyectas” de Trump. En tanto, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, exigió “respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo”.
RENUNCIA EMBAJADOR
De acuerdo con CNN y en coincidencia con el escándalo sobre los calificativos expresados por Trump, el embajador estadunidense en Panamá, John Feeley, renunció a su cargo por su desacuerdo con las políticas del mandatario.
En el plano interno, las reacciones tampoco tardaron en aparecer.
La ex candidata presidencial por los demócratas, Hillary Clinton, señaló en Twitter que Trump sometió al país a una “visión ignorante y racista de cualquiera que no se parezca a él”.
La ola de indignación imperaba también entre los republicanos.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, calificó de “desafortunados” los dichos atribuidos a Trump y afirmó que la inmigración es “algo para celebrar y creo que es una gran parte de nuestra fuerza”.
La Casa Blanca dio a conocer en un breve comunicado que Trump superó el primer examen médico de su mandato y goza de una “excelente salud”.
“ÚLTIMA OPORTUNIDAD” A IRÁN, ADVIERTE EL MANDATARIO
Donald Trump decidió renovar el alivio de sanciones concedido a Irán con base en el acuerdo nuclear de 2015, pero advirtió a sus aliados europeos que esta es su “última oportunidad” para ayudarle a corregir los “defectos” del pacto, pues si no se retirará del mismo.
El Congreso estadunidense exige que el presidente decida cada 120 días si mantiene activo un mecanismo que suspende temporalmente las sanciones a Teherán por su programa nuclear, y Trump ordenó renovarlo, aunque advirtió que ésta es la última vez que respeta el acuerdo tal y como fue firmado si no obtiene la cooperación para obtener un “acuerdo suplementario” con sus aliados europeos e “imponer nuevas sanciones multilaterales si Irán desarrolla o prueba misiles balísticos, impide las inspecciones (de sus instalaciones nucleares) o hace avances hacia la consecución de un arma nuclear”.
Tres países europeos —Francia, Alemania y el Reino Unido— forman parte del acuerdo firmado con Irán, que también suscribieron EU, Rusia y China. La Unión Europea (UE) tuvo un papel activo en las negociaciones y promoción del pacto.