Los expertos siguen trabajando para identificar los restos de las víctimas del sorpresivo ataque realizado hace 75 años por militares japoneses contra la base de Pearl Harbor, en Hawái, que mató a dos mil 403 estadunidenses.
Cráneos, huesos y dientes recuperados en los años siguientes al ataque fueron considerados no identificables, pero gracias a los avances científicos, sobre todo en lo que atañe a la tecnología de ADN, decenas de ellos dejaron de ser anónimos.
El año pasado, el Pentágono ordenó la exhumación de los restos de 388 estadunidenses muertos a bordo del "USS Oklahoma", atacado con varios torpedos cuando estaba amarrado al muelle. Se inclinó sobre un flanco atrapando en sus entrañas a centenares de marinos.
TE RECOMENDAMOS: Primer ministro de Japón visitará Pearl Harbor
El 7 de diciembre de 1941, el ataque japonés hundió cuatro naves de guerra estadunidenses en el puerto del archipiélago hawaiano y dañó severamente a otros cuatro.
Centenares de marinos y del cuerpo de Marines se hundieron con sus barcos, mientras que otros, víctimas de explosiones e incendios fueron imposibles de identificar.
Los restos de 388 soldados del "USS Oklahoma", enterrados en fosas comunes, fueron exhumados en un cementerio de Honolulú y trasladados a locales cercanos de la agencia militar DPAA, donde trabajan expertos odontológicos, especialistas y antropólogos. Hasta ahora lograron identificar a 53 personas.
"Hacemos identificaciones casi a diario", dijo Debra Zinni, antropóloga especializada en medicina legal y responsable del laboratorio de la DPAA.
Varios huesos están bien preservados, pese a las décadas que han pasado bajo tierra e incluso los meses o años que estuvieron sumergidos en el agua.
Zinni indicó que el buen estado de conservación se debe a la gran cantidad de hidrocarburos vertidos en el puerto por las embarcaciones destruidas, que "saturaron los esqueletos y los preservaron muy bien".
Eso "evitó la proliferación de bacterias. La tasa de extracción de ADN es extremadamente elevada", comentó la experta.
Un macabro rompecabezas
El último identificado del "USS Oklahoma" es el marino-bombero de primera clase Jim Johnston, de 23 años y originario de Wesson (en Mississippi), gracias al ADN de dos sobrinos cotejado con sus restos dentales.
El ADN también permitió identificar los restos de decenas de hombres que estaban en ataúdes. Sus restos habían sido reagrupados por tipo de huesos a falta de otro modo más preciso para identificarlos.
El océano también jugó un rol en este espantoso rompecabezas gigante que enfrentan los científicos. Estados Unidos comenzó los trabajos de recuperación de restos en los navíos recién en el verano de 1942 y los cuerpos de los marinos se convirtieron en esqueletos, que a veces se mezclaban entre sí.
Con unos mil 177 tripulantes fallecidos, el navío "USS Arizona" fue más afectado aún que el "USS Oklahoma" y se convirtió en un monumento nacional. Se encuentra en el mismo lugar donde se hundió.
A finales de octubre, el Pentágono aprobó la exhumación de 34 tumbas asociadas a la tripulación del "USS West Virginia" en un intento por identificar los restos.
Varios familiares y descendientes de los desaparecidos entregaron muestras de ADN para establecer los vínculos biológicos. Si las pruebas tienen éxito, los restos serán entregados a sus familias y tendrán funerales con honores militares.
Jim Johnston será enterrado este martes en su ciudad natal. "Aunque ocurrió hace 75 años, esto aún no ha terminado", dijo Natasha Waggoner, portavoz de la DPAA.
Los esfuerzos de la DPAA de Pearl Harbor sólo son una parte del costoso compromiso del Ejército estadunidense de tratar de encontrar e identificar a los soldados desaparecidos en combate durante los conflictos que se remontan hasta la Segunda Guerra Mundial.
El departamento de Defensa envía cada año expertos en medicina legal a lugares aislados del Pacífico en busca de los tripulantes desaparecidos.
El año pasado, encontraron los restos de tres aviadores cuya aeronave se estrelló en Malasia poco antes del final de la guerra.
Más de 400 mil soldados estadunidenses perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial y 73 mil 117 siguen desaparecidos.
AFC