El indulto de Alberto Fujimori provocó el rechazo de familiares de 25 víctimas asesinadas por escuadrones de la muerte del ejército durante su régimen, cuyo caso terminó llevando a la cárcel por más de 10 años a Fujimori al ser condenado a 25 años como autor mediato de los homicidios.
Los abogados de ese caso sostienen que recurrirán a la Corte Interamericana para anular el indulto.
"No es posible indultar esos crímenes", resaltó Carlos Rivera, abogado de las víctimas.
Desde la noche del domingo el 24 de diciembre, decenas de fujimoristas llegaron a la clínica donde estaba internado el ex presidente Alberto Fujimori, mientras que colectivos antifujimoristas convocaron a iniciar en la tarde protestas pacífica para el lunes en el centro del país.
El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, que acaba de evitar su destitución, vive una nueva crisis ante la renuncia de congresistas afines y protestas tras el indulto otorgado al ex gobernante Alberto Fujimori, que cumplía una pena de 25 años por delitos de lesa humanidad.
Las reacciones al indulto y gracia presidencial a Fujimori mostraron el lunes un Perú polarizado, dividido entre los simpatizantes del fujimorismo -mayor fuerza política del país- y la indignación de sus detractores, desde cuyas filas se planea incluso impugnar la medida ante tribunales internacionales.
"Lo sucedido no garantiza estabilidad, estamos avanzando hacia una nueva inestabilidad", dijo el analista Mirko Lauer.
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El contexto de la decisión de Kuczynski, tres días después de evitar ser destituido por el Congreso, acusado de mentir por no revelar asesorías a la brasileña Odebrecht, alimentó la furia del antifujimorismo.
El fracaso de la moción para destituir a Kuczynski el jueves 21 puso de relieve los desencuentros entre los hermanos Keiko y Kenji Fujimori, y abrió la puerta para la liberación de su padre.
Kenji Fujimori desobedeció la orden del partido que lidera su hermana y no votó por la destitución, sino que se abstuvo. Lo apoyaron otros nueve legisladores de Fuerza Popular, lo que hizo fracasar la moción que impulsaba Keiko cuyo partido controla el Congreso.
Muchos peruanos estiman que Kenji apoyó a Kuczynski para favorecer un indulto a su padre.
Si la destitución hubiese sido aprobada, Keiko habría ampliado su base de poder. Pero ella aparentemente no quiere ver libre a su padre, pues podría disputarle el liderazgo político, según analistas.
"Es evidente que ha habido un canje de vacancia presidencial (destitución) por indulto", subrayó Lauer.
Esa percepción es la que enciende la mecha de las protestas, que convocan a ciudadanos de a pie de diversas tendencias políticas.
La minoritaria bancada parlamentaria de Kuczynski, 17 sobre un total de 130, conoció ya dos renuncias el domingo.
En el gabinete ministerial una recomposición es inminente, debido a que algunos ministros eran críticos del indulto. La renuncia del titular de Cultura, Salvador del Solar, se da por cantada.
Por su parte, el legislador oficialista Juan Sheput defendió el indulto y llamó a la reconciliación entre la clase política enfrentada, en especial desde que Kuczynski asumió el poder en julio de 2106 cuando venció en las urnas a Keiko Fujimori, convertida hoy en líder de la oposición.
"El fondo del asunto que motiva al gobierno es el que tiene que ver con la reconciliación nacional, no podemos seguir peleándonos a diestra y siniestra sobre la base de un antifujimorismo y un fujimorismo", indicó Sheput al canal N de televisión.
Fujimori conserva popularidad pese a los abusos cometidos durante su régimen, pues muchos valoran que haya logrado derrotar a las guerrillas de Sendero Luminoso y el MRTA y estabilizar la economía tras la crisis hiperinflacionaria de 1990.
Según recientes sondeos dos de cada tres peruanos (65%) están a favor de indultar a Fujimori.
EB