Un grupo de artistas erigió una réplica del monumento a las víctimas del Holocausto berlinés junto a la casa de un político de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que lo había tachado de "monumento de la vergüenza".
Björn Höcke, un alto miembro de la AfD, causó un escándalo al cuestionar la cultura de la memoria de los crímenes del nazismo al atacar el monumento y demandar una visión más positiva de la historia germana.
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El Centro de Belleza Política, un grupo artístico que ocupó titulares en el pasado con instalaciones provocadoras, colocó 24 bloques de cemento cerca de la vivienda de Höcke, en el este del país. "No queremos ni podemos permitir que las grotescas demandas queden como están", dijo el director artístico del colectivo, Philipp Ruch.
Los artistas exigieron que Höcke se arrodillara delante del monumento en Berlín o de la réplica en la localidad de Bornhagen y pidiera perdón por los crímenes de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Ni Höcke ni su portavoz pudieron ser ubicados para pronunciarse al respecto. La sección de Turingia de la AfD anunció una rueda de prensa para esta tarde. "Es repugnante que algo así sea posible en Alemania", exclamó el copresidente de la AfD, Jörg Meuthen y anunció consecuencias para "los llamados artistas".
Höcke es considerado uno de los extremistas más polémicos de Alternativa para Alemania. "Los alemanes, nuestro pueblo, es el único pueblo que ha erigido un monumento de la vergüenza en el corazón de su ciudad", dijo en un discurso pronunciado a principios de año en Dresde.
El partido inició un procedimiento para echar a Höcke de sus filas, algo que nunca se concretó al hacerse con el poder el ala más nacionalista encabezada por Alexander Gauland y abandonar la formación la presidenta Frauke Petry.
El Centro de Belleza Político es conocido por puestas en escena que generan polémica. En 2014 clavó en protesta contra la política de refugiados de la Unión Europea 14 cruces a orillas del río Spree en Berlín. El año pasado instaló durante más de dos semanas una jaula con un tigre en Berlín y anunció que refugiados se dejarían despedazarse por el animal.
Esta no es la primera vez que el monumento a las víctimas del Holocausto es objeto de una instalación artística. Meses atrás se lanzó una página alemana, Yoloaust.de, para cuestionar el comportamiento frívolo de los turistas.
Su autor, el humorista Shahak Shapira, decidió dar un toque de atención a los viajeros jóvenes mediante la creación de una página que reúne decenas de fotografías compartidas en redes sociales en las que se ve a adolescentes posando ante el laberinto de estelas mortuorias que recuerda a los millones de judíos que fueron asesinados durante el régimen nazi.
Cuando uno mueve el cursor por la pantalla, las imágenes van mutando y los protagonistas, en vez de tener como fondo el reconocido monumento diseñado por Peter Eisenmann, aparecen retratados en campos de concentración. De esta forma, los turistas dejan de bailar o saltar entre bloques de hormigón para hacerlo entre cadáveres de las víctimas del Tercer Reich.
RL