Trump es un fantoche, sólo desea la atención del público: Michael Wolff

El reto para el republicano es, sin elevar el muro y sin que México lo pague, crear una realidad para reivindicar su promesa, dice el autor de ‘Fuego y furia’.

Carlos Rubio Rosell
Madrid /

A su paso por Madrid para la presentación de su libro Fuego y furia. En las entrañas de la Casa Blanca de Trump, que ya circula en español bajo el sello de Península, Michael Wolff dice que el hilo conductor de su historia es cómo la gente cercana a Donald Trump cambió muy rápido su forma de pensar: “Muchos entraron con él a la Casa Blanca pensando de una manera y tras el periodo inicial, de más o menos 200 días, cambiaron. De hecho, la mayoría ya salió de la Casa Blanca. Para mí, fue muy impactante ser testigo de ese proceso de desilusión”.

¿Cómo cree que están viviendo esta situación los ciudadanos de EU, hoy que todo se transmite en tiempo real por redes sociales, por internet y por televisión?

Uno de los problemas es precisamente que todo acontece en tiempo real; hay revelaciones explosivas cada día y cada nueva revelación ensombrece a la anterior, y nunca estás seguro de dónde estamos en todo este relato.

Mi ventaja para este libro es que yo no tenía que escribir en tiempo real. Era el tipo que podía distanciarse un poco y ser testigo de todo, a diferencia del resto de periodistas que, parecía y parece, los están golpeando en la cabeza con todas estas informaciones cotidianamente. Eso me dio la oportunidad de ver el bosque y no sólo los árboles.

El escándalo sobre la intervención rusa en las elecciones de EU se avecina con fuerza. ¿Cuál será el siguiente paso de la justicia en este proceso?

Es posible que Jared Kusher, marido de Ivanka Trump, sea imputado en primavera. Apuesto a que habrá un caso por obstrucción a la justicia. También creo que es muy probable que Trump intente cesar al fiscal especial, con lo cual sólo puedo estar seguro de una cosa: habrá mucha sangre derramada.

¿Cuál es la perspectiva en este momento en la Casa Blanca sobre el muro que quiere Trump que paguemos los mexicanos?

Ese muro se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de la presidencia de Trump. Dijo que construiría un muro con México y que los mexicanos lo pagarían. Ahora bien, todo mundo sabe que eso no va a ocurrir, así que el reto político es, que sin construir el muro y sin que México lo pague, crear una realidad en la cual Trump pueda reivindicar su promesa de campaña. Ese es, literalmente, el reto que al respecto tiene la Casa Blanca en este momento.

Trump creyó de verdad que lo iba a hacer y aún cree que lo hará, ¿por qué?

Él cree que el muro se va a construir y que México lo va a pagar porque él se cree ese tipo de irrealidades. Así que hay dos cosas: la irrealidad en la que cree Trump, su fantasía, y por otro lado todo su staff tratando de traducir eso en algo más o menos real.

¿Cómo ocurrió aquella anécdota que narra en la que por un tuit de Trump, afirmando que “si México no quiere pagar el más que necesario muro, será mejor que se cancele la reunión”, se frustró la visita de presidente Peña a Washington?

Todo esto ocurrió porque Jared Kushner, de forma meticulosa, había organizado ese encuentro que iba a ser su primer gran logro a escala internacional. Y en un momento dado, con un tuit, su suegro, el presidente, estropeó esta oportunidad. Sospecho que la idea se le ocurrió inesperadamente a Trump y la tuiteó. Y estalló el problema. Pero no hubo un plan ni una estrategia y no tenía un significado realmente.

¿Qué cree que ocurrirá en la visita de Peña Nieto a Washington en las próximas semanas, como ha anunciado la SRE? ¿Qué le recomendaría al círculo del presidente mexicano?

La forma de lidiar con Donald Trump y la forma en que los dirigentes extranjeros han lidiado con él de forma exitosa ha sido hablando sobre sus propias fantasías. Lo que Donald Trump y su gente van a buscar en esa reunión es la forma de decir que México está pagando el muro, aunque no lo esté haciendo. Por lo tanto, los mexicanos podrían —si están dispuestos— someterse a la fantasía de Trump, sabiendo que no tendrán que pagar el muro ni que habrá repercusiones y que el statu quo seguirá existiendo tal y como está, y solo tendrán que crear una forma en que Trump pueda salvar la cara. Es una condición diplomática un tanto extraña, pero así funciona Trump.

¿Qué piensa de los ‘dreamers’ bajo el mandato de Trump?

Esta administración se ha enfrentado a la inmigración en casi todas sus formas. Es un tema muy importante. Si estuvieras atrapado en esta posición en EU, tu misma vida estaría en juego.

¿Pero aprecia usted que le preocupe a Trump el problema de los ‘dreamers’?

Curiosamente, es susceptible a una versión sentimental de todo ello, y responde a eso: venga, vamos a resolver ese problema, vamos a hacerlo. Y luego la realidad política, el hecho de que se presentará a la presidencia sobre la base de una plataforma furiosamente antiinmigrante, es una realidad de la que no se puede distanciar. En esencia todo eso se suma a la cuestión de que él no tiene un punto de vista, no tiene un sustento intelectual. Es, o bien sentimental, o actúa por conveniencia o es racista. Y son todos esos factores los que se mezclan en su perspectiva del tema.

Hablando de la personalidad de Trump, ¿qué es más importante para Trump, el dinero o las mujeres?

Lo más importante en relación al dinero es que la gente piense que él tiene dinero. No es precisamente un gran empresario; tampoco ha sido un empresario agresivo, y ha sido más bien la imagen de un empresario. Con esto quiero decir que el dinero no le importa mucho, pues nació con él y lo tiene. Se trata solo de qué piensan de él. Esto es lo más importante, la opinión que se tiene sobre él.

¿Con qué palabra definiría a Trump?

Es un fantoche y un fantasioso. Es un showman, un hombre-espectáculo; es un hombre sobre el escenario que desea atraer sobre sí la atención del público. Y siempre está interpretando un papel. Pero ha interpretado tanto tiempo su papel que se ha convertido en ese papel.

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