El fundador de la plataforma de revelaciones Wikileaks, Julian Assange, acusó a los servicios secretos de Estados Unidos de presentar un informe motivado políticamente sobre los ataques de hackers contra objetivos estadunidenses.
"El informe publicado no se corresponde a la estructura y exigencias de los informes de inteligencia", dijo hoy Assange en una conferencia con los medios retransmitida por Internet desde la embajada ecuatoriana en Londres. El informe "es un ejemplo de cómo los servicios secretos estadunidenses han sido politizados por la administración de Barack Obama".
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Especialmente motivada es la conclusión, según Assange, carente de pruebas, de que el material hackeado fue publicado para ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones del 8 de noviembre.
"El informe de los servicios secretos es un cañón político que apunta a Donald Trump", asegura Assange.
El gobierno estadunidense organizó cuidadosamente el momento de su publicación poco antes del fin de semana y filtró deliberadamente a los medios algunos fragmentos de la parte confidencial. "La fuerza probatoria es prácticamente nula", dijo Assange.
La CIA, el FBI y el Servicio de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos publicaron un informe el pasado viernes que vincula directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, con los ataques de hackers contra computadoras del entorno de la candidata demócrata Hillary Clinton. Asegura que su objetivo era interferir en las elecciones para favorecer a Trump.
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Las revelaciones de la información hackeada, publicada en parte a través de Wikileaks, pudo dañar a Clinton en la campaña electoral contra Trump, consideran los servicios secretos. Entre otras cosas, los documentos probaban que en las primarias se había perjudicado al candidato Bernie Sanders, por ejemplo.
Assange dijo que WikiLeaks protege sus fuentes, pero aseguró que la información publicada, incluyendo emails y documentos del jefe de campaña de Clinton, John Podesta, y del partido Demócrata, no fue filtrada por un Estado. "Si nuestra fuente fuera un Estado no nos preocuparíamos tanto para protegerlo".
Assange vive en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012 para evitar su detención y extradición a Suecia por cargos relacionados con abuso sexual. Desde allí teme ser requerido por Estados Unidos por la filtración de documentos confidenciales a través de su plataforma.
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