Frente a un crecimiento económico mundial más lento y la perspectiva de turbulencia en el largo plazo, México debe ser juicioso y cauto en el uso de reservas monetarias. “Tenemos que administrar nuestro parque racionalmente”, afirmó el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Comentó que hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciará en Washington, por octavo año consecutivo, un recorte al crecimiento económico mundial. Frente a esta situación, hizo un llamado a usar los instrumentos que se tienen a disposición como lo es el paquete fiscal mismo y el aumento en tasas de interés.
En entrevista con Carlos Marín, para El asalto a la razón, Carstens dijo que será fundamental la implementación de reformas estructurales y una mayor competitividad. “Que las reformas estructurales cambien la composición de los mercados para que seamos más productivos, para apropiarnos de una rebanada más grande de un pastel que se está encogiendo”.
El gobernador de Banxico afirmó que las reservas monetarias internacionales son cercanas a 176 mil millones de dólares, además, se tiene una línea de crédito contratada con el FMI flexible por 88 mil millones de dólares adicionales. “Tenemos un buen pertrecho. Ahora lo importante es que no se pierdan trabajos, que no se vea afectada nuestra actividad económica”, sostuvo.
Debido al incremento de la deuda pública que representa 50 por ciento del producto interno bruto, Cartens señaló: “No es una deuda que toda se vence inmediatamente. El gobierno federal ha hecho un esfuerzo bueno. Se han aprovechado las tasas de interés bajas para tener costos bajos”.
Ante la pregunta de si este endeudamiento es sano, Carstens sostuvo: “Es sano en la medida de que esa deuda se use de manera productiva, que ayude a estimular la capacidad productiva del país. La realidad es que la deuda se va a ir pagando con los ingresos del gobierno. México es un país que no tiene muchos ingresos públicos. Tenemos impuestos relativamente bajos y una dependencia de los ingresos del petróleo, como que ya estamos llegando a los límites de lo razonable”.
Estabilidad vs. crecimiento
Ante un escenario complejo a escala mundial, se le preguntó si México sacrifica crecimiento por estabilidad económica, lo que electoralmente ya tiene castigos. ¿Hay que cambiar esa política económica o mantenerla?
El gobernador de Banxico dijo que una parte de la “estabilidad es mantener la inflación baja y estable, ahora tenemos una inflación de 2.88 por ciento. Sabemos que inflaciones mucho más altas son superperjudiciales. Junto con las tasas de inflación bajas, también tenemos tasas de interés históricamente bajas a pesar de que las subimos 50 puntos base la semana pasada. Entonces la estabilidad es una condición necesaria, aunque no suficiente para tener mayor crecimiento”.
Agregó que hay que preservar la estabilidad. “Que la deuda se contenga a un nivel sostenible, parte de eso es que sea más eficiente el gasto público, para que obtengamos mayor beneficio por peso gastado que el Banxico mantenga inflación baja y estable las tasas estables”.
A un mes del proceso electoral en EU, reiteró la metáfora de que el arribo del candidato Donald Trump sería como un huracán para la economía mexicana por su intención de revisar las condiciones del Tlcan.
“Los candidatos han tomado una posición un tanto agresiva con respecto al Tlcan, fundamental para México porque representa 80 por ciento de las exportaciones. Cualquier distorsión que se presente puede tener un impacto importante, pero uno es un huracán de alto grado (Trump) y el otro es una tormenta tropical.
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Reducir desigualdad, primordial contra la pobreza extrema: BM
Aunque la pobreza extrema ha disminuido pese a las condiciones económicas, para poner fin a ésta es necesario abatir la desigualdad mediante acciones en materia de salud, educación, infraestructura y nutrición, recursos a los más necesitados y políticas de gobierno encausadas a este fin, señaló el Banco Mundial previo al inicio de las reuniones de otoño celebradas conjuntamente con el Fondo Monetario Internacional en Washington DC.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que si bien se ha observado una reducción de la desigualdad desde 1990, incluso desde 2008, cuando comenzó la última crisis financiera mundial, ésta sigue siendo elevada, por lo que es necesario asegurar el crecimiento, que éste favorezca a los más pobres y que la riqueza se reparta de forma más equitativa.
Explicó que el objetivo de la institución que preside es abatir la pobreza extrema en 2030, pero para ello es importante poner en práctica medidas que lleven una mayor equidad en la población, puesto que hay un número muy elevado de personas que subsisten con muy pocos recursos; la riqueza se concentra en unos pocos, lo que resulta preocupante, advirtió. (Silvia Rodríguez/Washington)