Un acuerdo comercial de Estados Unidos que data de los años 70 y que permite el acceso libre de aranceles al mercado estadunidense unilateralmente a productos por valor de miles de millones de dólares de India y otros países en desarrollo está por expirar el 31 de diciembre, a medida que aumenta la presión de los partidarios de Donald Trump para dejarlo morir.
La semana pasada, el Congreso no llegó a un acuerdo de renovación del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, por su sigla en inglés), a pesar de que los republicanos y los demócratas dicen que lo respaldan y que tratarán de revivirlo.
Pero los críticos del programa que se creó para ayudar a las naciones en desarrollo a hacer crecer sus industrias de exportación argumentan que países como India abusaron demasiado tiempo del programa al ignorar sus reglas, y que las administraciones pasadas fueron demasiado suaves para aplicarlas.
“Ya no hay nada que esté en desarrollo en India o China, 600 millones de personas son de clase media en India y eso es probablemente tres o cuatro veces el tamaño de nuestra clase media”, dijo Dan DiMicco, ex director ejecutivo de la siderúrgica Nucor y asesor comercial de Trump. “Solo porque hay focos de verdadera pobreza —y no hay duda de eso— ese es un trabajo del que se tiene que encargar su gobierno, no el nuestro”.
El acuerdo comercial cubre más de 3 mil 500 productos de 120 países y territorios en desarrollo, de acuerdo con la agencia no partidista Congressional Research Service. En 2016, productos por un valor de 19 mil millones de dólares se importaron a Estados Unidos libres de aranceles bajo el GSP, y hay grupos empresariales que dicen que los importadores ahorraron más de 700 millones de dólares en aranceles.
Pero defensores del nacionalismo económico y partidarios del presidente de EU, como DiMicco, argumentan que los países como India durante décadas no cumplieron con su parte del trato y no otorgaron acceso recíproco a las empresas estadunidenses.
“Es una calle de una sola vía. No se supone que sea una calle de un solo sentido”, dijo DiMicco.
“India no califica en ningún conteo”, dijo Curtis Ellis, fundador del American Jobs Alliances, que defiende las políticas comerciales y económicas nacionalistas de línea dura, en un artículo que publicó Breitbart, el medio conservador que controla Steve Bannon, el ex asesor de la Casa Blanca. “De manera rutinaria se roban propiedad intelectual de EU y bloquean las importaciones estadunidenses a través de una combinación de altos aranceles, impuestos y burocracia corrupta”.
La administración Trump, cuyo apoyo al GSP ha sido tibio en comparación con el de administraciones anteriores, indicó que quiere que se reforme.
La oficina del representante de comercio de EU, Robert Lighthizer, que administra el programa, el viernes no quiso hacer comentarios cuando el Financial Times le preguntó si la administración apoyaba la renovación del GSP.
Los partidarios del acuerdo comercial dicen que beneficia a las empresas estadunidenses al proporcionar fuentes de partes de bajo costo de lugares que no son de China, y que cualquier impacto en la competitividad de las empresas en EU es relativamente pequeño. Los 19 mil mdd de bienes importados en 2016 representaron una parte minúscula en el total estadunidense de 2.2 billones de dólares de productos importados.
El programa GSP ya había expirado antes, más recientemente en 2013. Las empresas que lo usan tendrán que pagar aranceles hasta que se renueve, algo que la última vez tardó dos años.
La promesa del gobierno de Trump de desechar y reescribir décadas de política comercial estadunidense le agregó una nueva capa de incertidumbre, dicen los partidarios del acuerdo comercial.
“Me temo que está muerto en el Congreso para el futuro próximo, lamentablemente. Realmente no debería ser polémico, pero desafortunadamente, como muchas cosas respecto al comercio, en esta administración puede resultar ser más difícil de lo necesario”, dijo Clark Packard, del R-Street Institute, un grupo de expertos de Washington que está a favor del comercio.
Los republicanos y los demócratas del Congreso dicen que respaldan la renovación del GSP, pero se terminó el tiempo para hacerlo este año.
Kevin Brady, presidente del comité de medios y arbitrios de la Cámara de Representantes, la semana pasada culpó a los demócratas del Senado de no dar la luz verde al GSP.
Un portavoz de Ron Wyden, el principal demócrata en el comité de finanzas del Senado, que supervisa los asuntos comerciales, descartó eso como “tonterías” y dijo que los republicanos, consumidos con pasar la reforma fiscal, no se ocuparon de hacer avanzar la legislación del GSP.
Una portavoz del senador Orrin Hatch, el presidente republicano del comité de finanzas, dijo que buscará la renovación del GSP “tan pronto como sea posible” cuando el Congreso reanude actividades en enero.
El viernes, Trump suspendió algunos de los privilegios del GSP de Ucrania por no cumplir con sus requisitos de IP y también restauró parcialmente los de Argentina.
“El presidente Trump envió un mensaje claro de que Estados Unidos aplicará de manera enérgica los criterios de elegibilidad para el acceso preferencial al mercado estadunidense”, dijo Lighthzier. “La administración está comprometida a asegurar que otros países cumplan con su parte del trato en nuestra relaciones comerciales”.