Hacer deporte no tiene que ser un martirio si la persona hace ejercicio porque lo disfruta y no porque lo tiene que hacer. Con este propósito un grupo de cinco estudiantes del Tec de Monterrey Campus Ciudad Obregón, Sonora, generó un proyecto para crear sociedades más activas.
Se trata de All In, una membresía que unió a distintas empresas dedicadas al deporte en Ciudad Obregón, con el fin de involucrar al usuario en diferentes disciplinas hasta encontrar su favorita.
“Por 150 pesos podías ir dos veces a cada lugar durante un mes y tomar clases de box, crossfit, calistenia, yoga, spinning, básquet, gimnasio y nutrición”, explica Fernanda Méndez, una de las fundadoras de All In.
La propuesta fue creada como un proyecto escolar que presentaron durante La Semana de Innovación del Tec de Monterrey, donde el equipo recaudó en sólo 4 días 38 mil 250 pesos.
“All In es un concepto que busca un ganar-ganar para todos, genera ingresos, apoya a otras empresas locales e incita a la gente a hacer ejercicio y combatir la obesidad”, señala Fernanda.
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El éxito de su modelo de negocio les dio el primer lugar a nivel nacional del concurso Reto Emprendedor con Sentido Humano 2017 en la categoría Creatividad, Equipo y Generación de valor, donde participaron más de 11 mil alumnos de primer y segundo semestre del ITESM.
Para Fernanda fue muy significativo viajar a Monterrey junto a dos de sus compañeros de equipo: Lupita Urias y Alejandro Carvajal, quienes en noviembre del año pasado recibieron el reconocimiento en el marco del Festival de Emprendimiento INC Monterrey.
“Trabajamos mucho en sacar adelante este proyecto que resultó tener un gran potencial como negocio. No queríamos defraudar a Ciudad Obregón, nuestro Campus es muy chiquito en comparación de Guadalajara y Monterrey, fue un reto, pero sabemos que lo hicimos bien”, agrega Fernanda.
All In está trabajando en sacar una segunda edición de su membresía mensual y luego de presentar su proyecto en Inc Monterrey recibieron una propuesta de la aceleradora Venture Friday para tener mentorías y un seguimiento puntual de la idea para llevarlo a un nivel más profesional.
“Para nosotros ha sido una gran experiencia, aprendimos muchísimo y salimos de nuestra zona de confort, entramos a la Universidad y en lugar de enfocarnos en la teoría entramos al mundo de los negocios. Además, fue muy gratificante conocer a gente nueva, pues todos nos conocimos creando All In”, finaliza Fernanda.
REPL