Nativo Vinícola es una bodega pequeña “que cuida la calidad de sus vinos más allá del volumen de producción”, afirma Benjamín Peña Guerrero, quien hace ocho años empezó a involucrarse en el mundo del vino, y hoy produce alrededor de 500 cajas anuales que son enviados a diferentes puntos del país: Playa del Carmen en Quintana Roo, Ciudad Juárez en Chihuahua, Guadalajara en Jalisco entre otras ciudades.
Todo empezó como muchas historias en Valle de Guadalupe, California. Benjamín, quien es arquitecto de profesión, participó en muchos proyectos relacionados con la industria vitivinícola, uno de los pilares económicos de esta región de la República Mexicana. Con el paso del tiempo Benjamín se fue involucrando, hasta que decidió dedicarle tiempo a esta actividad. Lo primero que hizo fue estudiar la carrera de enología en la Universidad de Cádiz, España y así tener conocimientos precisos para iniciar esta empresa.
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“Empezó más como un pasatiempo”, sin embargo, con el tiempo, Benjamín quedó atrapado por esta fascinante industria. El viñedo se creó en 2003 y, cuatro años después, “elaboró su primer vino interesante”. Actualmente, Nativo Vinícola produce diez etiquetas.
Para Benjamín “producir vino es una tarea difícil que requiere mucho cuidado y paciencia, mucho esfuerzo y constancia. Ningún productor quiere que su vino se quede en la bodega”, asegura Benjamín, así que su comercialización es un reto muy importante.
Para este productor “cada vez hay más competencia porque hay más calidad, además de apoyos y equipos tecnológicos que aportan un plus al vino”. Tecnología que permite cuidar con precisión la temperatura, la maceración y fermentación. Levaduras especializadas, así como mejores barricas. Eso sin considerar el singular y “maravilloso clima del Valle de Guadalupe que da personalidad a los vinos de la región”.
Los viñedos de Nativo Vinícola “brindan visitas a las bodegas para conocer de cerca el proceso de elaboración. También ofrecen catas y hay un “restaurante de temporada que ha desarrollado una gastronomía muy interesante. Todo esto ha atraído mucho turismo conocedor”.
Para Benjamín la producción vitivinícola en Valle de Guadalupe brinda mano de obra y la oportunidad de poner en el mercado internacional un producto de calidad cien por ciento mexicano.
La región ha recibido algunos apoyos del INADEM y del gobierno local, los productores han puesto su trabajo e inversión, pero sobre todo su enorme pasión por el vino.
REPL