Juez y parte

Ella estudió la carrera de comunicación que nunca ha practicado… lo que sí puso en práctica es lo que aprendió en un curso de la Asociación de Sommeliers al producir una cerveza de gran carácter.

Jessica Martínez /Malteza
Ciudad de México /

Morrigan, es el nombre de la diosa celta de la guerra, y el de la cerveza artesanal tipo Scotch Ale que Jessica Martínez creó para dar notoriedad a Malteza, la empresa que inició esta joven emprendedora en 2014 y que hoy busca convertirse en una referencia en cervezas artesanales.

Cuando Jessica probó su primera cerveza artesanal, decidió que ella sería cervecera y cocinó su primera receta. Más tarde tomó un curso en la Asociación de Sommelier y perfeccionó Morrigan, una cerveza de gran carácter que, desde el inicio fue triunfadora, ganando su primera medalla de plata en 2014, en una competencia amateur. A la fecha ha recibido diversos reconocimientos y medallas, pero la que más orgullo le da a Jessica es la de oro obtenida en Chile en 2015, en la Copa Latinoamericana de Cervezas Artesanales, por la mejor cerveza de la competencia.

Es importante destacar que a raíz del diplomado, Jessica se interesó en el trabajo que realizan los jueces en los concursos y festivales cerveceros, además de enterarse de que en México había muy pocos. Así que hizo todo lo necesario para obtener la certificación y ser uno de ellos. Una misión que le ha reportado satisfacciones y, recientemente, la alegría de viajar a Yokohama, Japón donde “fue una de las jueces más jóvenes invitadas al certamen International Beer Cup”.

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Actualmente Malteza vive un momento de “redirección”, comenta Jessica, quien se ha dado a la tarea de reforzar la parte de ventas y la organización empresarial, tomando una consultoría en estos temas. Además contrató a dos personas “como embajadores de marca”. Se dice animada y llena de propósitos y metas para el 2018.

Si bien en la industria cervecera hay muy pocas mujeres, para Jessica eso no ha sido un problema, pues lleva muy buena relación con el gremio, que en su mayoría está conformado por hombres. Por otra parte, a Jessica le satisface ser un ejemplo para que otras mujeres se animen a incursionar en este “apasionante mundo” y ofrece estar dispuesta a ayudarlas.

Para ella “la convivencia con el gremio cervecero artesanal es buena, hay mucho apoyo ya que a todos les interesa que la industria se desarrolle. Lo que está sucediendo poco a poco, pues cada vez hay más gente interesada en la cerveza artesanal”.

Dicen que no se puede ser juez y parte, sin embargo Jessica Martínez ha demostrado que es posible y además, ambas cosas las hace muy bien.

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