Gracias al proyecto de Alejandra Román y Cynthia Mejía, dos ingenieras industriales de la Universidad Panamericana, los pacientes con insuficiencia renal crónica que necesiten un tratamiento de diálisis peritoneal podrán tener más libertad, reducir costos y evitar posibles infecciones.
Se trata de Handy, una pequeña cápsula de esterilización que cubre la conexión de las líneas de transferencia entre el catéter que lleva el paciente y la bolsa de dializador que se integra al cuerpo para sacar las toxinas.
“La cápsula evita que las conexiones estén en contacto con las bacterias que hay en el medio ambiente para que el paciente no genere ninguna peritonitis”, explica Alejandra.
La diálisis se realiza usualmente en hospitales o en una recámara especial en casa del paciente; el costo de un cuarto para este tratamiento es de hasta 20 mil pesos, pues necesita tener máxima higiene para evitar infecciones que pueden ser mortales.
“Es un sistema muy sencillo de utilizar, lo pensamos para personas de bajos recursos que no tienen los medios económicos para adecuar espacios o habitaciones para su tratamiento”, señala Cynthia.
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La idea de crear Handy surgió dentro del bootcamp del programa iLab, un laboratorio de ideas que crea proyectos de alto impacto para resolver distintas problemáticas sociales.
“Mi abuelita padece insuficiencia renal y coincidentemente una de nuestras compañeras del bootcamp nos propuso el tema de hemodiálisis, nos interesó mucho y poco a poco fuimos desarrollándolo”, puntualiza Cynthia.
Para entender mejor la enfermedad, las emprendedoras entrevistaron a muchos pacientes y doctores; estaban seguras que querían crear un sistema portátil que no interfiriera en las actividades del paciente y aumentará su calidad de vida.
“Las personas que sufren insuficiencia renal se sienten esclavizadas al tratamiento; como se dializan cuatro veces al día pasan mucho tiempo en su casa. Lo que queremos lograr con Handy es que sientan más libertad de hacer sus actividades y que el tratamiento no los deprima”, expresa Alejandra.
El prototipo de Handy ya está validado y actualmente están definiendo junto a nefrólogos, biomédicos y especialistas en polímetros los materiales que quieren utilizar. Además, se encuentran terminando el modelo de negocio que tendrá la empresa.
“Aunque la inicio nos decían que el tema de la hemodiálisis era muy complicado, nuestro mentor nos impulsó a seguir investigando y eso nos ayudó a no desanimarnos y estar motivadas, sabíamos que era necesario arriesgarnos, porque sino la oportunidad se va”, finalizan las emprendedoras.
REPL