Hola Code es una empresa social mexicana que promueve la inserción laboral de los migrantes que regresan a México a través de un programa de educación en tecnología.
Este proyecto cofundado y dirigido por Marcela Torres surge de dos áreas de oportunidad grandísimas en el país: la demanda de ingenieros en desarrollo de software y la migración de retorno que ha ido en aumento desde la administración del Presidente Donald Trump, en Estados Unidos.
Dentro de este grupo se encuentran jóvenes originarios de México entre los 18 y 35 años que crecieron en Estados Unidos y están de vuelta en el país de manera voluntaria o involuntaria.
“Decidimos crear un puente para que estos jóvenes bilingües, biculturales e increíblemente talentosos encuentren una oportunidad de vida diferente en México”, explica Marcela
Hola Code trabaja con una metodología llamada Hack Reactor creada en Silicon Valley, que se ha ido modelando y tropicalizando para los estudiantes de México. El programa dura cinco meses y actualmente trabajan con la primera generación de programadores que ya está creando aplicaciones full stack.
TE RECOMENDAMOS: Sistema B, certificación integral para un impacto positivo
Dentro del bootcamp ofrecen desayuno, comida, cena y una manutención mensual que se libera cada semana para que los estudiantes sólo se concentren en aprender.
Para Marcela es importante trabajar con migrantes de retorno, pues viven condiciones de vulnerabilidad extrema. Llegan a un país que no conocen, están solos, no hablan bien español y no tienen capital social o redes de apoyo que los ayuden en su proceso de readaptación. Además, lograr una revalidación escolar es casi imposible.
“El país no está preparado ni institucionalmente, ni socialmente para esta nueva ola de migración que estamos recibiendo. No hay que verlo como un problema, sino como un área de oportunidad donde se podrían generar cosas fascinantes”, agrega.
Hola Code tiene un proceso de admisiones invertido, no preguntan qué sabes hacer, sino qué puedes hacer. Para ser un buen programador no necesitas ir a la universidad, necesitas saber cómo hacerlo.
“Hay muchas personas que podrían crear tecnología y no lo hacen porque piensan que no pueden, nosotros los invitamos a hacer nuestro examen de admisión para identificar si son programadores potenciales”, señala Marcela, de apenas 30 años.
El bootcamp no tiene costo, los alumnos devuelven la colegiatura a Hola Code cuando encuentran un empleo en tecnología, en ese momento se activa el proceso de repago para ofrecer el programa a más personas.
Para arrancar el proyecto bajaron recursos a través de inversión de impacto, no buscan un retorno inmediato, sino un impacto social que genere empresas económicamente sostenibles.
“Nos estamos aliando con empresas que están buscando ingenieros bilingües en desarrollo de software, aquí cuentan con un semillero de programadores”, puntualiza.
Hola Code está ubicada en la Ciudad de México, donde existe la mayor concentración de migrantes que regresan de EU, pero también hay refugiados provenientes del sur. Su idea es llegar a diferentes estados como Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Chihuahua, e incluso Latinoamérica.
“La migración es algo positivo y el mundo no lo percibe así, nosotros vamos en contra de la corriente global de cerrarse y crear muros. Nosotros decimos hola, bienvenidos; hay que abrirse y construir un futuro próspero para todos”, expresa la directora.
Marcela es graduada de la Maestría en Planificación de Desarrollo Social en la University College de Londres. Para ella ha sido muy satisfactorio arriesgarlo todo y aplicar sus conocimientos en un proyecto como Hola Code.
“Para mi emprender ha sido una aventura, cuando estudias Ciencias Sociales la gente te dice que no vas a tener trabajo, pero a mí me motivó ver las necesidades y oportunidades de México y decir ¿por qué no?, no tengo nada que perder al intentarlo todo”, finaliza.
REPL