En los hombros de los demás

Inmateriis es un espacio que abrió las puertas de la academia y el hermetismo en el que trabajaban los científicos para hacer ciencia y apoyar proyectos de emprendimiento de impacto social.

Inés Jiménez Palomar/Inmateriis
Ciudad de México /

Inmateriis nace del esfuerzo de Inés Jiménez Palomar quien después de estudiar y vivir en Inglaterra por diez años, regresó a su natal Guadalajara para lanzar un proyecto de diseño de materiales en 3D, basado en su tesis.

Después de tanto tiempo fuera del país, le fue difícil conocer e integrarse al mundo académico y científico. Sin embargo, confiesa Inés, no tenía miedo de preguntar qué es CONACYT, a pesar de las caras de sorpresa. Poco a poca, esta esforzada emprendedora, fue abriendo las puertas de la academia y el hermetismo en que trabajaban los científicos.

El padre de Inés, abogado de profesión, fue de gran ayuda para plasmar y consolidar el proyecto. Nace Inmateriis, “que quiere decir materiales en latín”, y entra a concursar en CONACYT, quien le otorga fondos para el arranque.

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Empezó así la tarea de conformar un equipo de trabajo. Esta tarea fue todo un desafío para Inés quien recurrió a todas las bolsas de trabajo posibles sin encontrar el perfil que requería. Con un anuncio en facebook encontró a Mayra García quien había trabajado con biomateriales y hoy es “uno de sus brazos derechos”, el otro es Jorge Pérez Naito, biomédico egresado del Tecnológico de Monterrey y con mucha visión de negocios.

Juntos han logrado desarrollar varios productos entre los que destaca la “simulación de hueso”. Y con un prototipo de este material es que recibieron fondos nuevamente de CONACYT y de la Secretaría de Economía. Además de capacitación para llevar a cabo la estructura, papeleo, legalidad, etcétera, del negocio.

Finalista del Premio Nacional del Emprendedor 2016 en la categoría de Emprendimiento de Alto Impacto, Inés busca que la ciencia repercuta en bien de la sociedad y no se quede reducida a la academia. De esta forma Inmateriis ha suscrito convenios de colaboración e intercambio con instituciones dentro y fuera del país, entre las que destacan las Universidades de Nottingham y Queen Mary de Londres, ambas en Inglaterra.

Hoy, Inmateriis es un espacio que hace ciencia, pero también ofrece la oportunidad de emprender. Por ejemplo, Mayra y Jorge tienen sus propios proyectos.

¿Qué espera Inés a corto plazo? Echar a andar un lugar que está construyendo para emprendimientos de todo tipo. Así como un aula, espacios de reunión y laboratorios para imprimir implantes en condiciones estériles.

Y espera que en diez años, Inmateriis logre sacar dos proyectos al año y que tenga relación con toda la industria, para fondear, llevar adelante los proyectos y replicarlos. “Conscientes de que podemos avanzar sobre los hombros de los demás”.

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