Biotecnología a la mexicana

Biomentum surgió hace un año, después del empuje y reconocimiento que tuvieron al ganar la tercera generación del Reto Zapopan.

Martín Banda y Monserrat Mora/ Biomentum
Ciudad de México /

Martín Banda detectó que en la empresa donde trabajaba había una carencia de ácido hialurónico, una molécula que tiene una capacidad de retención de agua mucho más alta que su tamaño.

“Me di cuenta que el producto no sólo no se vendía en México, sino que nadie lo estaba produciendo, todo era importado de China, Corea, Japón o Francia”, explica.

Martín compartió su inquietud con cuatro de sus compañeros de la carrera en Ingeniería Biotecnológica del TEC de Monterrey. Empezaron a trabajar la idea como un proyecto de titulación, pero terminó en el surgimiento de Biomentum, una startup para desarrollar un prototipo de ácido hialurónico.

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Esta molécula se usa como materia prima en muchos productos cosméticos, pero también tiene una aplicación médica inyectable para implantes estéticos faciales y corporales, así como tratamientos de osteoartritis y enfermedades de las articulaciones.

Monserrat Mora, una de las integrantes del equipo, explica que una de sus motivaciones para emprender fueron las pocas ofertas laborales en el campo de la biotecnología. “Si no hay nada que me guste, ¿por qué no crearlo yo? Si tengo la posibilidad, los recursos, la curiosidad y el equipo para sacar un negocio, adelante”, agrega.

El proyecto surgió en 2015, pero lo formalizaron en 2016 cuando ganaron Reto Zapopan; el premio fue un crédito de un millón y medio de pesos con tasas muy favorables, lo que les ayudará a escalar su empresa más rápido. Además continúan participando en convocatorias para bajar fondos y comprar equipo, hasta hace poco trabajaban con recursos propios.

“Después de ganar el Reto definimos el modelo de negocio y la estrategia, nos aliamos con el departamento de biociencias del TEC y ofrecimos horas de servicio profesional a cinco alumnos que nos apoyaron en el desarrollo del protocolo de investigación”, comparte Martín.

Actualmente trabajan en la validación del prototipo. “Es un polvito blanco que se mezcla con agua y se hace una gelificación de consistencia cremosa”. Al polvo le agregan nutrientes y enriquecedores para la piel. Y aunque empezarán con productos cosméticos, el objetivo final es escalar la molécula al grado farmacéutico.

El ácido hialurónico será su producto inicial para consolidar y fondear nuevas ideas. Están comprometidos a desarrollar innovación biotecnológica mexicana y no están dispuestos a esperar a que un país de primer mundo les presente un producto, sino todo lo contrario.

Tenemos varias ideas aterrizadas y la capacidad para realizarlas e inspirar a más jóvenes a decir: ‘si ellos pueden, yo también’. Contagiar tu pasión a los demás es lo más padre del proyecto”, finaliza Monserrat.

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