Ready to Die es una marca de streetwear inspirada en las subculturas globales y nacionales. Este proyecto de moda mexicana inició en 2014 bajo la dirección de Esteban Tamayo y Samuel Violante, dos creativos enfocados en la evolución constante de su línea de productos y en la creación de nuevas tendencias.
“El concepto es moda urbana, tenemos carteras, chamarras, camisas, tenis… nuestros productos tienen dos acentos: lo sutil y limpio del concepto, pero también lo burdo y crudo que nace de la experimentación”, señala Esteban, de 26 años.
El nombre de la marca, traducido al español como “Listo Para Morir”, significa para los creadores lo opuesto a su significado literal; habla de vivir al límite, de concretar y materializar las ideas hasta que alcancen su máximo potencial.
Sus piezas se vendían en bazares de diseño, pero conforme la marca ha ido creciendo han enfocado sus esfuerzos en vender por internet, principalmente en Instagram y Whatsapp.
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Apenas hace 4 meses abrieron su tienda en línea y ya han hecho más de mil envíos nacionales y ha países como Canadá, Japón, Francia, Alemania y Estados Unidos.
“Nuestras producciones son de máximo 300 piezas por modelo; la idea es que se estén acabando constantemente para sacar nuevos productos y poco a poco crecer nuestra producción de prendas y escalar orgánicamente”, explica Esteban.
Ready To Die ha aparecido en publicaciones como Vogue, Vanity Fair, i-D y Elle, además han presentado sus colecciones en eventos como Mercedes Benz Fashion Week en la Ciudad de México. Recientemente participaron en un programa impulsado por Endeavor y el INADEM que apoya el desarrollo de las industrias creativas en México.
“Estamos en etapa de crecimiento; ahora trabajan 13 personas en la empresa, pero todos los meses aumentan las ventas y nuestra comunidad web, estamos superando lo que teníamos pronosticado”, señala.
Esteban es originario de Sinaloa, pero desde hace 7 años vive en la Ciudad de México. Luego de la creación de 6 marcas de ropa, Ready to Die ha sido el proyecto con el concepto más fuerte y con el mayor potencial de crecimiento que ha dirigido.
“Estudié diseño industrial en CENTRO, desde que recuerdo siempre he sido emprendedor. Trabajé en el negocio familiar y siempre me gustó vender productos que estaban en tendencia hasta que decidí empezar a crear yo mismo esas piezas e iniciar mi proceso de experimentación y emprendimiento”.
Este año planean concretar proyectos con marcas grandes y hacer lanzamientos más exclusivos que les permitan ser reconocidos a nivel internacional.
“La industria de la moda es difícil, pero nos gustan los retos y al final creemos que siendo creativos todo es posible, todo es cuestión de tocar puertas y animarse a hacer las cosas”, finaliza Esteban.
REPL