Tótem es una granja orgánica que produce carne de conejo para venderse a un costo mínimo, en comunidades marginadas y, con ello, contribuir a reducir la desigualdad alimentaria.
Un proyecto que tiene “un gran impacto ambiental, pues la cría de conejos, a diferencia de la carne de res o puerco, utiliza menos agua, requiere de menos espacio y produce muy poco bióxido de carbono”.
Además tiene impacto nutricional, pues la carne de conejo tiene más proteínas, que la carne de res, menos sodio que la de puerco y cero grasa, lo que la hace muy saludable. Por otra parte, es versátil para cocinar y su precio es de 40 a 50 por ciento más barato que otras carnes que hay en el mercado.
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Tótem, fue desarrollado por cuatro jóvenes con diferente formación profesional. Alejandra López, Diseño Integral, Jesús Hernández, Diseño Industrial, Lourdes López, Economía Ambiental, y Alejandro Martínez, Ingeniería Ambiental. Ellos se conocieron en el Laboratorio de Emprendimiento México, y fueron seleccionados al azar, para crear un equipo de trabajo que identificara problemas sociales y ofrecer alternativas de solución.
Iniciaron con un proyecto en torno a la basura. Luego, al hacer trabajo de campo en la comunidad del Rehilete en la periferia de Guadalajara, detectaron la problemática de la falta de proteína animal en su alimentación y cambiaron de rumbo.
“Enfrentaron muchos retos, uno de ellos fue la desconfianza de las personas ante las bolsas con la carne de conejo ya troceada, pues quería ver el conejo. Otro fue buscar alternativas para sustituir el alimento que hoy es común para alimentar a los conejos y contiene hormonas. Así, en coordinación con doctores de la UNAM, produjeron forrajes naturales y multi-nutricionales en un huerto, libres de pesticidas y hormonas”.
Empezaron a desarrollar la idea en junio de 2016 y en enero de 2017 crearon una campaña de crowdfunding en Fondeadora. Fueron ganadores de del Desafío de Ideas Innovadoras de Impacto organizado por Socialab México.
Actualmente buscan “capital semilla” para comprar un terreno cerca de la comunidad del Rehilete e instalar la granja que será orgánica, con procesos sustentables y ciclos cerrados de producción. Además ofrecerá talleres en el huerto y en la farmacia viviente, y las personas podrán aprender a manejar una granja como medio de sustento.
La casualidad reunió a, Lourdes, Alejandra, Jesús y Alejandro, pero un Tótem marcó su destino.
REPL