El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que las negociaciones para modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) avanzan bastante bien.
“Soy de los que creen que si no funciona, lo vamos terminar, pero creo que lo estamos haciendo bastante bien por lo que entiendo, pero vamos a ver cómo funciona”, resaltó el día que inició en Montreal la sexta ronda de debates.
El mandatario también rechazó la posibilidad de una guerra comercial tras su decisión de imponer aranceles a la importación de lavadoras de gran tamaño y componentes de paneles solares.
Acompañado por el representante comercial, Robert Lighthizer, firmó en la oficina oval la llamada Sección 20, con la que hizo efectivo el anuncio del lunes del Departamento de Comercio, lo que afectará las exportaciones de México y Corea del Sur al mercado estadunidense.
El presidente estadunidense aprobó imponer un arancel de 30 por ciento a las placas y celdas solares importadas durante el próximo año, que en su mayoría provienen de Asia, a excepción de celdas solares de menos de 2.5 kilovatios de potencia.
La medida incluye un arancel de 25 por ciento para el segundo año; de 20 por ciento para el tercero, y de 15 por ciento para el cuarto.
También avaló un arancel de 20 por ciento sobre las importaciones de grandes lavadoras residenciales, que irá decreciendo 2 por ciento anualmente durante los próximos tres años.
“No habrá una guerra comercial. Lo único que habrá es el incremento en el valor de las acciones de las compañías que estén radicadas en este país... habrá más gente que consiga buenos trabajos de nuevo”, añadió.
Trump recordó que estos nuevos aranceles responden a la recomendación de la Comisión Internacional de Comercio, a partir de una investigación conjunta con el Departamento de Comercio estadunidense.
“Vamos a beneficiar a los consumidores y vamos a crear muchos empleos”, sostuvo; asimismo anticipó que la medida atraerá más inversiones y que se dará un fuerte incentivo a compañías como LG y Samsung, a fin de que avancen en sus promesas recientes de construir grandes plantas para fabricar lavadoras en Estados Unidos.
No obstante, los aranceles aprobados son inferiores a la tasa de 35 por ciento que la comisión recomendó a Trump en octubre, después de constatar que las placas solares importadas estaban dañando a los fabricantes estadunidenses.
La idea detrás de los aranceles es aumentar los costos de las importaciones baratas, particularmente de Asia, y nivelar el campo de juego para quienes fabrican este tipo de piezas a escala nacional.
Según expertos, esta medida amenaza con perjudicar a una industria de 28 mil millones de dólares, que depende de piezas fabricadas en el extranjero en el 80 por ciento de su suministro.
Al respecto, Corea del Sur y China criticaron la decisión de Trump y aseguraron que dañará la competitividad de la economía estadunidense y provocará el encarecimiento de los precios.
El gobierno mexicano también se manifestó en contra; a través de la Secretaría de Economía, señaló: “Es lamentable la inclusión de México en la aplicación de salvaguardas a la importación de lavadoras domésticas a EU, ya que la propia Comisión de Comercio Internacional concluyó que no existen perjuicios para la industria estadunidense como consecuencia de las importaciones de lavadoras mexicanas”.
Coincide Messmacher
En el inicio de la sexta ronda, el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, coincidió en que se ha avanzado bien y que hay capítulos a punto de cerrar.
Sobre el alza a aranceles dijo que la Secretaría de Economía analiza los fundamentos y si lleva el tema a la Organización Mundial de Comercio.
“Estamos buscando un análisis lo más rápido posible para determinar las acciones del gobierno mexicano y minimizar cualquier impacto”, indicó.