La recuperación de la industria minera aún está lejos de los buenos resultados de 2011 y 2012, pues el deterioro de algunos indicadores reflejan que México está enfrentando una serie de disyuntivas que lo han hecho menos atractivo para la inversión en exploración y explotación mineras.
De acuerdo con el informe de 2017 de la Cámara Minera de México (Camimex), se resalta que además de la baja en los precios de los metales y minerales, la actividad se ha visto afectada por la falta de políticas claras, la rigidez laboral, la insuficiente claridad respecto de las áreas protegidas, la incertidumbre sobre la tenencia de la tierra, inseguridad y una tributación cada vez más onerosa.
Es así que muchos proyectos, siguen sin encontrar las condiciones adecuadas para realizarse; en 2016 registró la suspensión de 169 proyectos, un aumento de 62.5 por ciento respecto a lo registrado al cierre de 2013, cuando fueron 104.
La suspensión o cancelación de proyectos comenzó en 2013 con la drástica caída de los precios de los metales y minerales; a esto se sumó la imposición de más derechos mineros y la eliminación de la deducción fiscal de los gastos en exploración, lo que ha desincentivado la participación de las empresas.
En el informe se destacan 12 proyectos principales interrumpidos en 2016, de los cuales cuatro se ubican en Durango, tres en Chihuahua, dos en Guerrero y uno en Sinaloa, Sonora y Zacatecas, respectivamente.
Los 12 proyectos coinciden que el motivo de su suspensión es por los bajos precios de los metales y entre estos destaca el de Campo Morado de la empresa Nyrstar, en Guerrero, la cual también adjudica a la inseguridad la cancelación.
A la par de estos problemas, las inversiones totales en la industria se desplomaron 18.9 por ciento en 2016 respecto a 2015, ubicándose en 3 mil 752 millones de dólares.
“Aunque en 2017, se esperan inversiones del orden de 5 mil 532 millones de dólares, éstas dependerán de la mejoría que presente el precio internacional de los metales y las condiciones que ofrezca México”.
Con base en información de la Dirección General de Desarrollo Minero de la Secretaría de Economía, a diciembre de 2016 están registradas 275 empresas identificadas con capital extranjero que operan en México, entre las que destacan de Canadá, Estados Unidos y China. Éstas tienen un portafolio de 947 proyectos; en 25 estados del país hay registro de proyectos mineros concentrándose el mayor número en Sonora con 224, Chihuahua con 127 y Durango con 106.
De éstos, 67.1 por ciento están en etapa de exploración; 10.4 por ciento en producción; en desarrollo 4.6 por ciento, “mientras que 169 proyectos están en stand by, para su posterior reactivación en un tiempo financieramente razonable”.
En 2016 bajó el monto de las inversiones en exploración a 401 millones de dólares, lo que significa 90 millones menos que 2015 y respecto a 2012 son 831 millones menos.
El presidente de la Camimex, Daniel Chávez, dijo que esta situación es preocupante, porque la exploración es el eslabón principal de la cadena productiva en la minería.
Si sube la inversión, “estaremos condenados a que los recursos minerales se vayan agotando, las operaciones reduciendo y con ello también el empleo, la balanza comercial y la aportación fiscal de la minería a las finanzas públicas”.
DURO FELGUERA GANA CONTRATO CON CFE PARA SUMINISTRO DE CARBÓN
La compañía española Duro Felguera (DF) ganó un contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por más de 130 millones de dólares para realizar un proyecto “llave en mano”, para el desarrollo de nuevas instalaciones de almacenamiento y suministro de carbón de la Central Térmica Petacalco, Guerrero, la cual cuenta con 7 grupos térmicos capaces de generar 2,778 MW, convirtiéndose en uno de los mayores grupos generadores de Latinoamérica.
La empresa informó en un comunicado que la suscripción del contrato fue a través de su línea de negocio DF Mining & Handling.
Se espera que el proyecto inicie el próximo mes y finalice a mediados de 2019.
Las nuevas instalaciones permitirán que la central se abastezca de combustible alternativo al que recibe desde el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, con lo cual se garantiza la operación de la central a pleno rendimiento. El alcance del contrato comprende el diseño, suministro, construcción y puesta en operación de dos nuevos parques de almacenamiento de carbón, uno en el puerto de Lázaro Cárdenas y otro en la propia central térmica.
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