Uber llegó a un acuerdo para comprar miles de automóviles de Volvo para preparar una flota de vehículos de autoconducción sobre demanda, una importante aceleración de las ambiciones que tiene en el área la compañía para solicitar transporte.
La compañía estadunidense ya tiene alrededor de 200 vehículos utilitarios deportivos Volvo que se equiparon con sus sistemas de autoconducción para participar en las pruebas que se llevan a cabo en las ciudades de Pittsburgh, San Francisco y Tempe, Arizona.
Con el nuevo acuerdo, Uber podrá comprar hasta 24 mil vehículos XC90 entre 2019 y 2021 en un trato que tiene un valor potencial de mil 400 millones de dólares para el fabricante de automóviles de propiedad china, de acuerdo con los cálculos del Financial Times.
Uber comprará vehículos especializados de Volvo, después le agregará un conjunto de sensores en el techo del coche y los operará, posiblemente sin la necesidad de tener a un ser humano detrás del volante, como parte de la red Uber.
El anuncio se produce dos semanas después de que Waymo, la unidad de conducción autónoma de Alphabet, la matriz de Google, declaró que lanzaba coches totalmente de autoconducción en una prueba piloto en Phoenix, Arizona, un hito que nadie más ha superado en la industria.
Uber y Volvo se comprometieron el año pasado a invertir 300 millones de dólares para desarrollar vehículos autónomos, un acuerdo que incluyó un trabajo conjunto de ingeniería para desarrollar los sistemas que harán que los coches Volvo estén listos para la conducción autónoma.
El emblemático SUV XC90 de Volvo, que ya se utiliza para las pruebas de autoconducción en Estados Unidos que realiza el grupo de tecnología, no se puede conducir sin que alguien se encuentre al volante por motivos de seguridad porque no tienen sistemas redundantes de frenos y dirección, dijo Uber. El nuevo vehículos se diseñará con sistemas de respaldo especializados que les permitirán operarlos sin seres humanos.
“En un mundo de autoconducción no hay seres humanos, así que necesitas sistemas redundantes de dirección y frenos y actuación, de tal manera que si se presenta una falla mecánica o eléctrica, el sistema de respaldo entre en marcha”, dijo Jeff Miller, director de alianzas automotrices del grupo estadunidense de tecnología.
Agregó que la cifra de 24 mil unidades es una “estimación” sobre cuántos coches va a necesitar Uber en un inicio, con “mucha variabilidad al tener en cuenta las regulaciones y el crecimiento del negocio de Uber”.
Una pregunta clave a la que se enfrenta el grupo estadunidense es si va a ser propietario y va a operar los coches de autoconducción, esto llevaría a altos costos de capital y pondría de cabeza su modelo de negocio de tener pocos activos, o si terceras partes serán los que administren los coches autónomos a través de la aplicación Uber.
La compañía realiza pruebas con los dos modelos de negocio, y tiene una alianza con Daimler, de Alemania, con la que se verá que los coches autónomos propiedad del fabricante de automóviles estén disponibles a través de la aplicación de Uber.
El acuerdo con Volvo abre toda una fuente de ingresos totalmente nueva para la automotriz, ya que se posiciona para convertirse en proveedor de la industria de servicio de contratación de transporte de coches de autoconducción, a la vez que como una automotriz tradicional.
“Nuestro objetivo es ser el proveedor de preferencia para la conducción autónoma, de los grupos que ofrecen los servicios de solicitud de transporte a escala mundial”, dice Hakam Samuelsson, director ejecutivo de Volvo.
Varios fabricantes llegaron a acuerdos con los grupos de servicios de solicitud de transporte con la esperanza de asegurar futuros negocios y trabajar juntos en el desarrollo de la tecnología de autoconducción. General Motors y Jaguar Land Rover invirtieron en Lyft, el rival estadunidense de Uber, mientras que Volkswagen respaldó a Gett, el rival europeo en el negocio de solicitud de transporte.
El acuerdo de Uber con Volvo no es exclusivo, lo que significa que el grupo estadunidense tiene la libertad de elegir a otras automotrices para que le suministren vehículos, y Volvo puede vender sus automóviles a otros proveedores del servicio de solicitud de transporte.
La compañía busca lograr al menos un trato más, de acuerdo con una personas que tiene conocimientos del asunto.