Abogado: ‘El Chapo’ sufre ‘marcado’ deterioro mental

En una carta enviada al juez del caso, de la cual MILENIO tiene copia, expone que el capo padece de alucinaciones auditivas, depresión, dolores de cabeza y se siente perseguido.

México /

Por las condiciones “extremadamente restrictivas” de su encarcelamiento, Joaquín El Chapo Guzmán sufre alucinaciones auditivas, depresión y se siente perseguido, lo que ha provocado “un marcado deterioro de su estado mental”, aseguró su defensa, al solicitar que el narcotraficante sea sometido a un examen psicológico.

Eduardo Balarezo, abogado del ex líder del cártel de Sinaloa, aseguró en una carta dirigida al juez del Distrito Este de Nueva York, Brian M. Cogan, que en el último mes ha observado un deterioro mental de su cliente, lo que se manifiesta en su incapacidad para recordar personas, lugares y eventos, así como confundir conversaciones.

En la misiva, enviada el pasado 2 de octubre y de la que MILENIO posee copia, el litigante especifica que El Chapo se queja de alucinaciones auditivas, depresión y que se siente perseguido, por lo que es claro para sus abogados que “algo no está bien con el señor Guzmán”.

Además de este “declive mental”, el narcotraficante, en cuyo historial delictivo figuran dos fugas de un penal de máxima seguridad en México, sufre de problemas físicos, entre ellos dolores de cabeza constantes, zumbido en los oídos y dolor de garganta.

SIN PROVISIONES

La defensa argumentó que en los casi 10 meses que lleva recluido el líder criminal en el Centro Correccional Metropolitano (CCM) de Nueva York, le han negado adquirir artículos permitidos, como agua embotellada, baterías para radio e insumos de higiene personal.

“Los problemas físicos del señor Guzmán, su declive mental y el aislamiento a largo plazo en el CCM parecen haber tenido un efecto profundo en su situación general y en su capacidad para ayudar a los abogados en la preparación de su juicio en abril de 2018”, requisitos contemplados en el debido proceso.

Dijo que no alegan que su cliente no es competente para enfrentar un juicio, “más bien, sugiere que la condición puede eventualmente resultar en una incompetencia si no se aborda pronto”.

Ante este riesgo, Balarezo solicitó al juez Cogan que autorice que una especialista valore personalmente a El Chapo, específicamente a Cynthia A. Munro, neuropsicóloga clínica de la Universidad Johns Hopkins, para que determine si “las duras condiciones de reclusión están afectando su capacidad de ayudar a su abogado defensor”.

Según estos argumentos, desde que fue extraditado a principios de este año, el capo sinaloense está totalmente aislado de otros presos, de su familia y de sus seres queridos; no tiene visitas pastorales; solo le permiten estar una hora al día fuera de su celda para hacer ejercicio, le faltan cobertores limpios, su cuarto tiene temperaturas muy bajas, no tiene aire fresco, la iluminación constante le dificulta descansar y no ha recibido atención médica “mínima”.

REQUISITOS PARA EVALUACIÓN

En el documento enviado a MILENIO, Balarezo anexó la respuesta de Munro en la que la especialista explica que para evaluar al narcotraficante “idealmente” necesitaría tener acceso directo a él, pero que también podría llevar a cabo una entrevista bajo las condiciones que se le permitan y determinar luego si estas son suficientes para emitir un diagnóstico.

“Puedo conducir mi entrevista con él en las condiciones permitidas, y luego determinar si esta condición será suficiente para obtener la información necesaria para desarrollar mis impresiones clínicas y la formulación de diagnóstico”, escribió.

Para ello, pidió a la defensa que El Chapo pueda disponer de ciertos materiales como un lápiz, documentos (cuestionarios y formularios de prueba) y folletos con imágenes, que tenga las manos libres, es decir, sin esposas, usar lentes correctivos, si los tiene, y usar un audífono, además de contar con un intérprete y realizar la evaluación en una habitación privada y tranquila “con nadie más presente a excepción del intérprete”.

Desde el 19 de enero pasado, el hogar de El Chapo Guzmán es el CCM, una fortaleza al sur de Manhattan, con estrictas medidas de seguridad.

MALA SALUD

Esta no es la primera vez que gente cercana al capo afirma que su salud está comprometida. Meses antes de ser extraditado, el 24 de octubre de 2016, Emma Coronel, esposa de El Chapo, aseguró que su estado decaía cada vez, y que incluso temía que para diciembre ya no estuviera vivo.

Su extradición a territorio estadunidense, en el que enfrenta 17 cargos, entre ellos homicidio, lavado de dinero, tráfico de drogas y distribución de cocaína, se concretó un año después que fue capturado el 8 de enero de 2016 por elementos de la Policía Federal en Los Mochis, Sinaloa, tras más de cinco meses de búsqueda, desde que escapó por un túnel del penal de El Altiplano, en el Estado de México.

Catorce años antes, el 19 de enero de 2011, Guzmán Lorea puso en jaque por primera vez a las autoridades mexicanas al fugarse de Puente Grande, Jalisco, escondiéndose en un carrito de ropa sucia.

Además de enfrentar cargos en la corte de Nueva York, El Chapo es requerido por California, Texas, Chicago, Miami y New Hampshire.



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