Aleksei, el nazi bravucón a quien ni su país quiere

Radicado en Cancún desde 2015, arremetió con cuantos pasaban frente a él; el viernes mató a un joven y apenas se libró de ser linchado por una turba.

Ciudadanos se organizaron por redes sociales para acudir a la casa de un ruso residente en México para lincharlo.
Alexei Viktorovich Makeev llegó a Cancún en 2015 con carta de residente expedida por el Instituto Nacional de Migración.
Editorial Milenio
México /

Aleksei Viktorovich Makeev llegó en 2015 a Cancún, con carta de residente expedida por el Instituto Nacional de Migración. Fue empleado de Aquaworld, de donde lo corrieron por su carácter violento.

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Ha estado sujeto al procedimiento de deportación a Rusia por poner en riesgo la seguridad pública en México, sin que su país haya accedido a dicho proceso.

De acuerdo con el INM, desde el 15 de diciembre de 2016 fue presentado ante la autoridad migratoria en Cancún, Quintana Roo, a fin de atender varias denuncias derivadas de su comportamiento agresivo y múltiples presentaciones ante distintas autoridades ministeriales.

En espera de la deportación, con fundamento en el artículo 144 fracción IV de la Ley de Migración, quedó bajo resguardo durante un mes en la estación migratoria de Quintana Roo.

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Sin embargo, el INM se topó ante constantes negativas por parte del consulado ruso para expedir el salvoconducto necesario para ejecutar su deportación, por ello se procedió a su egreso de la estación migratoria ordenándole al extranjero, mediante oficio, su salida definitiva del país el 19 de enero de 2017. La falta de cumplimiento de esta determinación lo mantiene en una situación migratoria irregular en el país.

Ayer el fiscal de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, aclaró que el sujeto está hospitalizado en calidad de detenido y será procesado por homicidio.

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Según sus vecinos, el individuo (ahora identificado como ucraniano, aunque se le etiquetó en Twitter como #LordNaziRuso) buscó otro empleo, pero no lo consiguió.

Desde entonces comenzó a subir videos en YouTube bajo el nombre de Alextime Makeev Channel, en los que se mostraba insolente y majadero. Paulatinamente su agresividad fue subiendo de tono.

Según su perfil de Facebook, estudió psicología en la Universidad Estatal de Moscú, es fan de Madonna y de la comida rápida.

En uno de sus videos se le ve en el Malecón Tajamar, en el que saluda al estilo nazi, hace ejercicios con cuchillos y tiene de fondo una suástica.

El viernes pasado Aleksei cometió otra insolencia: vecinos lo vieron orinando en la calle e insultando a todos los que pasaban frente a él.

Indignados, difundieron por redes sociales la agresión del ucraniano y exigieron que fuera sacado de su casa. Como el mensaje se viralizó, unas 200 personas, algunas armadas con garrotes y machetes, se apostaron frente a la vivienda, ubicada en la Calle 39, de la Región 70, junto a la avenida López Portillo con intención de hacerse justicia por propia mano.

Bravucón como es, Aleksei trató primero de amedrentar a la turba saliendo con un cuchillo en alto. Pero al ver la proporción de la protesta buscó atrincherarse en su casa.

Los indignados rompieron una cerca de metal y subieron por una escalera al segundo piso, donde vivía el ucraniano. Éste, armado aún con el cuchillo, buscó escapar por las azoteas burlando el aluvión de pedradas que le lanzó la multitud.

A su paso se topó con un menor de edad, quien fue identificado como Carlos Eduardo Gutiérrez, Lalo, a quien utilizó como rehén.

Pidió a la muchedumbre que se alejara o mataría al joven. Como vio que su amenaza no prosperó, clavó dos veces su arma en el pecho y el vientre de su víctima.

Trató de huir, mientras algunos vecinos levantaban a Lalo para llevarlo al hospital. El ucraniano entonces recibió pedradas y garrotazos de la gente que estaba dispuesto a matarlo. Como pudo, el extranjero llegó a un tinaco, con el cual buscó guarecerse. Clamó perdón, pidió que ya no lo golpearan, pero de nada sirvió. Los vecinos enardecidos lo tundieron hasta que lo dejaron inerte en medio de un charco de sangre.

Lo creyeron muerto y permitieron entonces el paso de paramédicos de la Cruz Roja, quienes al percatarse de que aún tenía signos vitales, lo llevaron al Hospital General, donde hasta anoche era reportado como grave, con pronóstico reservado, pues tiene fractura con hundimiento craneal.[OBJECT]


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