Alejandrina Salazar Hernández y Emma Coronel Aispuro, señaladas como esposas de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, más su hija Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, presentaron 24 diferentes solicitudes de registro de marcas para comercializar múltiples productos, de los cuales cuatro fueron aprobadas con vigencia al año 2020.
Las marcas que se plantearon ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) son: El Chapo, El Chapo Guzmán, Joaquín El Chapo Guzmán, El Chapito Guzmán, El Chapito, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera El Chapo Guzmán y Don Chapo Guzmán. No se informa qué empresas aprovecharán su uso.
El IMPI solo autorizó la marca El Chapo para cuatro diferentes ramos de productos comercializables a favor de Alejandrina Gisselle Guzmán que incluyen metales preciosos, artículos de joyería, relojería, cuero y cueros de imitación, maletas, paraguas, juguetes, artículos de gimnasia y deporte, adornos para árboles de navidad, publicidad y administración de negocios, entre otros.
El registro de estas marcas aparece incluso en el Global Brand Database de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI); se proporciona el número de autorización para evitar que en otros países se utilice el nombre y en qué se puede utilizar.
Se autorizó la misma denominación El Chapo para dos peticiones de Raúl Espinoza Tristán y dos más de Ernesto Pérez Zagaste para la comercialización de aparatos e instrumentos científicos, náuticos, topográficos, fotográficos, cinematográficos, ópticos, de pesar, de medir, de señalización, de control, de socorro y de enseñanza, y de aparatos e instrumentos para conducir, transformar y regular la electricidad, así como para educación, capacitación, entretenimiento y actividades deportivas y culturales.
María de los Ángeles Moreno Rodríguez también puede usufructuar la marca para vestuario, calzado y sombrerería.
Se desconoce si estas últimas personas tienen relación directa o indirecta con el famoso narcotraficante.
Un elemento común en las solicitudes entregadas al IMPI por parte de familiares de El Chapo Guzmán, es que se buscaban las mismas ramas de comercialización pero con los diferentes nombres antes señalados. Hay que agregar que Don Chapo Guzmán se utilizaría para una marca de tequila, y que para prendas de vestir, calzado y artículos de sombrerería se aplicaría El Chapo Guzmán o Joaquín el Chapo Guzmán o El Chapito Guzmán.
LAS AUTORIZACIONES
Emma Coronel Aispuro obtuvo cuatro expedientes en el IMPI para el registro de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera El Chapo Guzmán, pero no se aprobaron. Alejandrina Salazar Hernández lo hizo con ocho opciones para El Chapito Guzmán, El Chapito y Don Chapo Guzmán con resultados negativos.
Por su parte, Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar planteó 12 expedientes con El Chapo Guzmán, El Chapo y Joaquín El Chapo Guzmán; se aprobaron cuatro “clases” con el nombre de El Chapo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial se autorizó la marca para la clase 14 que se refiere a “metales preciosos y sus aleaciones, así como productos de estas materias o chapados no comprendidos en otras clases; artículos de joyería, bisutería, piedras preciosas; artículos de relojería e instrumentos cronométricos”.
La clase 18 es para “cuero y cuero de imitación, productos de estas materias primas no comprendidos en otras clases; pieles de animales; baúles y maletas; paraguas, sombrillas y bastones; fustas y artículos de guarnicionería”.
La clase 28 es para “juegos y juguetes; artículos de gimnasia y deporte no comprendidos en otras clases; adornos para árboles de navidad”, y la clase 35 es para “publicidad; dirección de negocios; administración comercial y trabajos de oficina”.
LAS RECHAZADAS
El IMPI rechazó la mayoría de las peticiones porque los nombres de marcas resultan “contrarios a la moral y las buenas costumbres” que se prohíben en el artículo cuarto de la Ley de Propiedad Industrial, una vez que reproducen “el alias o sobrenombre de una persona que es buscada por la Procuraduría General de la República por la comisión de diversos delitos”.
Agrega que “en un contexto social como el que vivimos en la actualidad, los actos ilícitos y delictivos dañan profundamente a la sociedad mexicana y afectan a cada uno de los integrantes de la misma”.
La subdirectora divisional de Examen de Signos Distintivos “B” del IMPI, Nelia E. Amero Tello, firma el documento de resolución donde se dice: “Se niega el registro de marca cuya solicitud se contiene en el expediente número (son varios) correspondiente al signo DON CHAPO GUZMÁN”, que se replica en los otros nombres ya señalados.
En uno de los alegatos para buscar la reconsideración de esta negativa, el abogado José Antonio Magaña Jiménez, apoderado de Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, explica que “la marca que se pretende registrar no alude a ninguna persona en particular, ya que la palabra CHAPO se refiere a una persona que es de baja estatura, así como al referirnos a la palabra GUZMÁN la cual es un apellido que es muy utilizado en México”.
Insiste en que el único fin del registro de marca es para “la explotación comercial de una marca con el ánimo de lucro que en alguna forma se puede encuadrar en el supuesto que pretende darle la autoridad, ya que mi representada jamás pretende hacer apología de un delito, sino la simple comercialización mercantil hacia la clase que se pretende registrar y más aun cuando la palabra que en su momento podríamos considerar trascendente y relevante como lo es EL CHAPO, sí existe como marca registrada con todos los derechos y obligaciones que emanan de la ley”.
El abogado se refiere a los registros EL CHAPO con los números 1219281, 1205096, 1205097 y 1205098 que ya pertenecen precisamente a Alejandrina Gisselle.
La marca con el nombre o sobrenombre del narcotraficante preso en el Altiplano está más allá del caso tequilero de Kate del Castillo.
Expediente publicidad aprobada
Expediente juguetes Navidad El Chapo
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