En México se estima que por lo menos 30 mil niños y adolescentes colaboran con la delincuencia organizada en actividades que van desde la extorsión y el tráfico de personas hasta la piratería y el narcotráfico, estimó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En su informe 2015 "Violencia, niñez y crimen organizado", el organismo refiere que el clima de inseguridad ha dejado entre 2006 y 2010 más de 30 mil huérfanos, que han perdido a uno o ambos padres a causa de la inseguridad.
"La presencia de organizaciones criminales exacerba el clima de violencia en las comunidades más afectadas por su actuar, lo cual tiene impactos negativos en la vigencia y la protección de los derechos humanos de las personas", señala el informe.
Agrega que según el propio Estado mexicano, los niños son integrados a organizaciones criminales a partir de los 10 y 11 años de edad, o incluso a edades más tempranas, con el objetivo de trabajar para traficantes de drogas, armas o personas, así como para realizar asaltos, agresiones y secuestros.
A su vez, organizaciones civiles vinculadas a la defensa de los derechos de la niñez reportaron a la CIDH que a partir de entre los 9 y 10 años, los niños se involucran en delitos, sobre todo en la trata.
A partir de los 12 años, se les utiliza para cuidar las casas de seguridad y controlar que nadie escape, mientras que los más grandes, a partir de los 16 años, trabajan en ejercicios más violentos, como los secuestros, los asesinatos, y todos portan armas.
En lo que se refiere al narcotráfico, los niños están involucrados en toda la línea de la industria, empezando desde temprana edad como vigilantes, para posteriormente ocuparse del traslado de la droga y a partir de los 16 empiezan a ser contratados como sicarios; mientras que las niñas están involucradas sobre todo en el empaquetamiento de la droga.
La CIDH señala que las detenciones de niños y niñas en México en operativos federales contra la delincuencia organizada desde diciembre 2006 hasta abril 2010 ascienden a 3 mil 664, otro tema de atención, señaló.
Además, refiere que las tasas más altas de muertes por homicidio se observan entre los jóvenes, particularmente entre quienes tienen de 15 a 30 años; sin embargo, entre 2008 y 2012 se duplicó la cifra de homicidios en los rangos de edad de 10 a 19 años, pasando de mil 249 a 2 mil 662 homicidios.
De igual forma señala que en 2012 una consulta infantil en la que participaron más de 500 mil niños y adolescentes entre 10 y 15 años, revela que 10 por ciento de los adolescentes de 13 a 15 años manifestaron que grupos de delincuentes les han pedido formar parte de sus filas.
La invitación a formar parte de grupos delictivos se incrementa con la edad y es mayor entre los hombres (13%) que entre las mujeres (7%), y también entre quienes no asisten a la escuela (22% ) que entre quienes cuentan con escolaridad (10%).
Chihuahua, Baja California, Quintana Roo y Durango son las entidades donde se reporta un mayor número de adolescentes que dicen haber tenido algún tipo de invitación por estos grupos.
Asimismo, señala que al realizar una encuesta en México, donde participaron 48 mil estudiantes de primaria y 52 mil de secundaria, se encontró que 19 por ciento de los estudiantes de primaria y 11 por ciento de secundaria reconocieron ejercer ellos mismos violencia física hacia sus pares.
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