Jóvenes desaparecidos en Tonalá son alegres y trabajadores: maestros

Profesores de la carrera de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales dijeron que Salomón, Daniel y Marco son alumnos que nunca quieren reprobar y siempre se esfuerzan en sus tareas.

Adriana Anguiano
Ciudad de México /

Desde hace cuatro días, los pupitres de Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiantes de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV), están vacios; la filmación de un cortometraje fue su última tarea escolar antes de que fueran levantados en Tonalá, Jalisco.


Salomón, Daniel y Marco, alumnos de segundo cuatrimestre, siempre hacían equipo y con sus tareas escolares se ganaron el reconocimiento de los profesores.

"Siempre hemos hablado muy bien de ellos (...) Son muy solidarios, muy amigos entre ellos y con el resto de sus compañeros; son chavos que no quieren reprobar, que trabajan", dijo Karla Sandomingo, profesora de la materia de narrativa transmedia.

Pero no sólo los trabajos escolares y sus calificaciones han hecho destacar a estos jóvenes, también sus distintas personalidades, las cuales no ha interferido para que sean amigos.

"Son un trío que nos hace mucha gracia a los profesores por cómo actúan, era muy curioso porque son muy distintos. Daniel es el más habladorcillo, el más sociable; Marco es el más callado y Salomón es el típico güey alto, grande, que parece muy agresivo con la barba, pero que es un trozo de pan", dijo Sergio Cascales, quien imparte la materia de música para la imagen.


Ambos maestros los vieron por última vez hace una semana; ese día, Sandomingo les revisó la historia que crearon para su materia.

"Estaba dándoles asesorías por equipo en la terraza de la escuela, y mientras asesoraba a unos, trabajaban otros con sus proyectos finales, estaba revisando detalles, viendo dudas".

Cascales tenía una relación más cercana con Salomón, quien toca la batería en una banda de metal llamada BetraymE, la cual tiene un año de creación.


De acuerdo con la página de Facebook de la banda, tienen planes de lanzar un EP, además de que se presentarán el 20 de abril en León, Guanajuato, en el Rolling House.

La primera canción de la banda se llama Exile.

Ambos profesores aseguraron que "son chavos bien alivianados", creativos, sensibles y siempre se estaban riendo y bromeando.

"Cuando llegaban a clases siempre se estaban riendo, echando relajo, estaban bien, normales, nada extraño, nada raro (...) eran participativos, en clase atendían bien, conmigo iban perfectos", recuerda el maestro de música para la imagen.

De acuerdo con Cascales, el día del levantón, los jóvenes se detuvieron sobre el Periférico, a la altura de la calle Colina Central, debido a que se les descompuso el vehículo en el que viajaban.

"Venían de hacer la tarea y se les estropeó el carro, venían más, no solos ellos. Se les presentaron unos señores armados que dijeron que eran de la Fiscalía, los pusieron a todos en el suelo, los amenazaron con armas y agarraron a ellos tres", dijo.

Que vuelvan, ¿cómo? me da igual, ya los sanaremos

El próximo lunes, Sandomingo y Cascales darán clase a un grupo incompleto, con tres sillas vacías que les recordarán la desaparición de Salomón, Daniel y Marco.

Dicen que enfrentarse a un grupo "rabioso" por lo que ocurrió no será sencillo, por lo que ambos coincidieron en que hay que dejar que los estudiantes "se desahoguen".

"Intentas escucharlos, que se desahoguen, que saquen todo; estás ahí para escucharlos, pero también tienes que regresarlos a la normalidad, tenemos que seguir adelante. Están las tres sillas vacías, te puedes olvidar un rato, pero luego los vuelves a pensar", dijo Cascales.

Sandomingo extrañará escuchar que no sea Marco quien se ofrezca a ayudarla con las dificultades que se le presenten con su computadora o con el proyector.

"Marco siempre me estaba ayudando a mí con la computadora porque yo no soy millennial; entonces, cuando no se quiere ver el video o escuchar el audio iba a ayudarme (...) La siguiente clase que tengamos ese ritual ya no va a estar".


Aunque no sabe cómo ni dónde están, Cascales mandó un mensaje a los tres jóvenes.

"Quiero decirles que vuelvan, que los necesitamos vivos. No quiero imaginarme si pasan los días y no vuelven. Cada día que pase es una piedra gigantesca, que vuelvan, cómo vuelvan me da igual, ya los sanaremos, ya haremos algo con sus espíritus (...) Han aprendido que el mundo puede ser muy, muy cruel, pero entre todos los sanaremos", dijo el profesor de música de Salomón, Daniel y Marco.

AA

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