Luis, de 29 años de edad, sólo recibió un folio y la promesa de una llamada de la línea de emergencia habilitada por el gobierno de Jalisco, para recibir en su casa a médicos que le efectuarían la prueba de la cepa pandémica Covid-19 en su propia casa.
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“Me dicen que seré de esos cuyo sistema inmunológico los va a proteger, pero yo estoy preocupado por mi familia, mis padres que son de la tercera edad”, argumentó el joven quien consideró que el gobierno estatal debería informar si ya no hará las pruebas porque le quedaron mal y qué utilidad tiene la línea de urgencias Covid-19 en Zapopan.
Llamó el 23 de marzo a la línea 33 38233220 donde diversas operadoras le sugirieron “esperar” a que se comunicaran o le enviaran un mensaje para enviarle un equipo médico por cumplir con todos los requisitos, haber estado en el extranjero, en Francia, del 12 de febrero al 12 de marzo, y presentar síntomas el 23 de marzo, dolor intenso en el cuerpo, fiebre, tos.
“Llamaba a la operadora y me contestaban que ya estaba en la base de datos, pero mis síntomas se fueron empeorando por lo que el sábado en la noche (28 de marzo) acudí al Hospital General de Occidente, donde me recomendaron regresar a casa porque estaban saturados de pacientes.
“Pero al verme tan mal, los médicos decidieron mandarme un mensaje a mi celular para ir el domingo a hacerme la prueba al día siguiente, es decir, el domingo, aun cuando, en ese hospital sólo efectúan ese tipo de estudios clínicos de lunes a viernes”, comentó en entrevista con Grupo Milenio.
Luis refirió que ahora debe esperar un promedio de 96 horas porque los estudios de laboratorios se encuentran bajo lista de espera para corroborar que es positivo al Covid-19, enfermedad que, aseguró, contrajo en el extranjero, en el transporte público, en las calles, en algún lugar de Francia, donde decidió pasar sus vacaciones.
“Me dicen que mientras no tenga dificultad para respirar estoy, digamos, protegido aunque tenga fiebre elevada, tos intensa, un malestar generalizado de dolor en el cuerpo.
“Pero mi real preocupación son mis padres, mi madre de 70 años y mi padre de 71 años, y mis hermanos y sus hijos de 6, 7, 9 y 11 años de edad. Yo, desde que llegué del extranjero me aislé, sólo iba a comer, y me regresaba a mi cuarto, cuando comenzaron los síntomas, me quedé en el cuarto”.
Sin embargo, relató, ante la falta de respuesta de la línea de emergencia, “tuve que salir cubierto, con cubrebocas, guantes, para evitar contagiar a los demás y yo complicarme. Hay mucha gente enferma en los hospitales, no sé si de Covid pero uno ya no sabe qué hacer”.
Luis no hace ejercicio, tampoco tiene una dieta balanceada. Su único factor elevado de riesgo es fumar una cajetilla o más diaria, misma que suspendió cuando apareció la tremenda tos atípica a cualquier otro malestar antes manifestado. “Ya no fumo pero este malestar va y viene, en una escala de 1 al 10, mi problema de salud lo ubico en siete, las noches son terribles”.
SRN