Toneladas de porquería, bazofia, inmundicia y excremento de animal... la pestilencia y el tufo a perro muerto hiede a varios kilómetros a la redonda.
Cientos de kilos de vísceras y desperdicios arrojados al lecho del arroyo El Obispo alteran y fermentan el ambiente. Se desconoce quiénes son los clientes que compran carne de cerdo en esas condiciones antihigiénicas, a un lado de roedores muertos y vivos, en un tramo de 1.7 kilómetros de largo del arroyo, a un lado de las colonias Bosques de la Huasteca y Camino a las Pedreras.
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Ahí aparece entre la peste y el hedor el alcalde Héctor Castillo Olivares, vecinos, un grupo de empresarios de los parques industriales Las Torres y Martel, miembros de una asociación de apoyo y rescate a animales, quienes realizan un recorrido y piden la inmediata reubicación de las marraneras.
La Comisión Nacional del Agua, Profepa o el Gobierno Estatal... ni sus luces.
El foco de infección, alergias o problemas en los ojos por la contaminación animal y de desperdicios están a la orden del día.
"No es ficción lo que vivimos como padres a diario con nuestros hijos: yo llevé a mi niño(al doctor), le empezaron a salir ronchitas en la piel, sus brazos y su cuello, me dijo el médico que era cuestión del ambiente de mucha infección que tenemos alrededor.
"A mí quién me va a pagar como madre de familia, que llevara a mi hijo y lo estén curando de sus infecciones", dijo Érika Lizeth, vecina desde hace 13 años de Privada de Santa Catarina.
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Un documento que contiene el plan de Contingencias de Protección Civil de la empresa Krispy-Kreme de México, sucursal Planta Monterrey, con domicilio en la colonia Del Valle, en el municipio de San Pedro, con fecha de mayo de 2015 aparece tirado entre las toneladas de desperdicios , basura y escombro en pleno lecho del arroyo.
Un doble colchón de piso es posible sentirlo al caminar, pues se trata de tierra, escombro, basura, excremento y vísceras de puercos que dan ganas de vomitar.
"Tengo del 90 para acá, aquí nada más vengo a echarle a los marranos, aquí con mi nieta Abril, de tres años, y vengo aquí con mi hijo, de 26 años, llueve o truene, aquí venimos. Soy diabético, sí huele feo, pero de eso vivo, es como tú, vives de periodista y hay que respetarlo", dijo Reyes Cruz Solís, de 57 años, vecino de Rincón de las Palmas.
Por su parte, el alcalde urgió a la autoridad a reubicar las 76 marraneras, donde cada una puede alcanzar hasta 100 animales, a las orillas del arroyo, que afecta a 18 mil familias de Puerta Mitras, Privada de Santa Catarina, Viñedos, Bosques de Santa Catarina y 30 empresas del sector.
"Aquí destazan los animales y tiran las vísceras, los ponen afuera en el cauce del río, es una cuestión sumamente insalubre y estamos denunciando como Gobierno Municipal... por eso pedimos la reubicación inmediata", señaló el alcalde.
El empresario Javier Guajardo dijo que se están violando los derechos humanos de los vecinos, y que no se trata de cuestión económica.