La 'cruzada' religiosa contra matrimonios homosexuales

Obispos han calificado de “degradante e infeliz” la iniciativa presidencial para legalizar el matrimonio gay, y se apoyan en movimientos católicos para convocar a marchas.

Manifestación de opositores a la legalización de las uniones igualitarias.
Eugenia Jiménez Cáliz
México /

Los obispos mexicanos con mensajes homofóbicos iniciaron una cruzada, a través de marchas, descalificaciones a los partidos y escudándose con movimientos católicos, contra la legalización de los matrimonios del mismo sexo y la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, presentada el 17 de mayo pasado, de que esas parejas puedan adoptar.

La batalla comenzó a gestarse en junio del año pasado, después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación avalara esos matrimonios.

La iniciativa presidencial ocasionó que los obispos echaran a andar la maquinaria de los movimientos y organizaciones identificados con las iglesias, y han sido los responsables de convocar a las marchas y confrontar a los medios de comunicación.

Los hombres de sotana no se han conformado con movilizar a sus fieles, también han trabajado en otros frentes: establecieron alianzas con sectas cristianas y de otras religiones, quienes comparten el rechazo a la iniciativa del presidente, algunas de ellas que nunca se habían pronunciado publicamente, como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimas Días (mormones), que han acudido a la Cámara de Diputados y congresos locales para presentar su oposición a la propuesta.

Ante las movilizaciones y múltiples declaraciones, la Secretaría de Gobernación (Segob) invitó a la jerarquía católica a una reunión privada.

El encuentro se realizó con el titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong, y con el subsecretario de Migración, Población y Asuntos Religiosos, Humberto Roque Villanueva; por parte de los obispos asistió el Consejo Permanente, quienes discutieron la oposición a la iniciativa presidencial.

Durante la reunión las autoridades explicaron a los obispos que los matrimonios del mismo sexo es un derecho que a escala internacional se reconoce. Sin embargo, los religiosos insistieron en su demanda de no llamarlos “matrimonios”, sino que se establezca otra figura jurídica.

Las frases

El cardenal Francisco Robles, quien preside la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), al conocer en 2015 la decisión de la Corte, calificó las uniones entre personas del mismo sexo de “degradantes” y “no es que se éste elevando la unión homosexual a la categoría de matrimonio, se está rebajando la categoría de matrimonio a una mera unión homosexual”.

A su vez, el cardenal Alberto Suárez Inda indicó que “puede haber leyes humanas a las que en conciencia no estamos obligados a someternos, porque creo que primero está la ley natural”.

Antes, en 2009, mencionó: “Los perros no tienen sexo entre dos del mismo género, normalmente la inclinación natural es relacionarse de forma heterosexual”.

Rafael Romo, aún como arzobispo de Tijuana, consideró que la del Presidente es “realmente infeliz, que busca congraciarse con un grupito que propone cosas inaceptables”.

Uno de los obispos más polémicos en el tema es José María de la Torres, de Aguascalientes, quien ha calificado a los homosexuales de enfermos y señalado que “mañana se podrá casar un señor con un perrito y van a poder adoptar perritos, o sea que se abre la puerta a un experimento social peligrosísimo”.

A su vez, el cardenal Norberto Rivera puntualizó que “nadie le puede enmendar la plana al creador en cuanto a su proyecto de vida y de salvación”, y que “cualquier otra unión no tiene similitud ni remotamente con el matrimonio”.

Fernando Legarreta Huerta, sacerdote de la Chihuahua, ha expuesto que “todo aquello que atenta contra el matrimonio, que no sea de acuerdo al plan de Dios, es contra natura, totalmente una aberración. Afecta, denigra y es destruir a la familia”.

El obispo Jonás Guerrero, de Culiacán, coicidió en que “esta nueva ley, que permite los matrimonios entre personal del mismo sexo es una aberración biológica y social”.

Esa propuesta es “un engaño, aunque lo haya dicho el Presidente, qué asesores tendrá el pobre”, cuestionó.

El obispo Felipe Arizmendi, de San Cristóbal de las Casas, dijo que “nuestra oposición a que se llame matrimonios a las parejas del mismo sexo no es homofobia, es respeto a la naturaleza humana. No es cosa de fe, sino de simple observación del orden natural”.

Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, obispo de Veracruz, aseguró que “los mexicanos normales (99 por ciento) no aceptan el matrimonio entre personas del mismo sexo, y prueba de ello son las protestas en todo el país”.

En el semanario Desde la Fe, en su edición del 5 de junio, se señaló que es “una norma profundamente inmoral e injusta que hace de los niños objetos, lo que los convierte en víctimas inocentes”.

La iniciativa presidencial “parece correr a la inversa, privilegiando caprichos homosexualistas por conseguir un hijo, como si se tratara de un trofeo de ideologías de género”.

Más adelante, el 12 de junio, expuso que “el Presidente y su partido deben respetar a la sociedad, que exige que se retire la propuesta de otorgar falsos derechos a las personas con preferencias homosexuales a quienes, no obstante, se les puede dar una alternativa jurídica que no sea el matrimonio para salvaguardar sus derechos”.

El sacerdote Hugo Valdemar Romero, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, indicó que “hay que distinguir: se condena el pecado de homosexualidad como se condena el robo o el adulterio, pero la Iglesia por eso no odia al ladrón ni al adúltero, sino que a todo pecador le hace ver lo que es pecado y sus consecuencias”.

Francisco Javier Chavolla Ramos, obispo de Toluca, manifestó estar contra “lo antinatural, el error, la falsedad, la mentira y el abuso”. Se tiene que “llamar al pan, pan y al vino, vino; defiendo y amo la familia, pero en lo natural, no a la familia que se cimienta en capricho, “entendemos que Dios creó al hombre y a la mujer, creó a Adán y Eva, no a dos Adanes ni dos Evas”.

Ayer, el cardenal Norberto Rivera afirmó que quien ha ofendido a los homosexuales debe pedirles perdón. “Si yo no he ofendido a alguien, no tengo por qué pedirlo; si lo he hecho, mi deber es hacerlo. Que pida perdón quien ha ofendido”.

Claves

“Izquierda traidora”

• El reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo "es una bofetada" a los morelenses, además es el reflejo de la "izquierda hipócrita y convenenciera que en los hechos traiciona lo que dice defender", aseguró la Arquidiócesis de México.

• El semanario Desde la fe, denunció que para avalar esos matrimonios hubo "trampas y chapucerías" por parte del Congreso, en su mayoría del PRD, y del gobernador de la entidad, Graco Ramírez, por lo que llamó a la población a castigar a "los traidores" en las urnas.

• Para la arquidiócesis, lo ocurrido en Morelos es "otro atropello agraviando a la ciudadanía, vulnerando el diálogo y la reflexión tan necesarios en el sistema democrático de estados, sin duda, fallidos, sumidos y agobiados por la corrupción".

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