El gobierno de la Ciudad de México destinará 4 mil millones de pesos a la demolición de unos 30 edificios y el retiro de cascajo de los inmuebles colapsados por el sismo del 19 de septiembre, así como al financiamiento de créditos para vivienda y otras acciones, sin considerar aún la rehabilitación de infraestructura pública.
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El secretario de Finanzas del gobierno capitalino, Edgar Amador, anticipó que la administración local solicitará un endeudamiento adicional de mil millones de pesos en 2018 para atender principalmente las afectaciones a la red de agua potable en el oriente de la ciudad.
En reunión de trabajo con la Comisión de la Ciudad de México de la Cámara de Diputados, el funcionario detalló que tan solo la limpieza y confinamiento de cascajo costará a la capital 2 mil millones de pesos, mientras el derribo de unos 30 edificios dañados representará un gasto de 200 millones más.
La administración de Miguel Ángel Mancera etiquetará alrededor de 800 millones de pesos para créditos hipotecarios en beneficio de quienes perdieron sus viviendas, lo que se suma a los 200 millones por la gratuidad del Metro y Metrobús durante los días posteriores al terremoto y otros gastos, que en total alcanzarían 4 mil millones de pesos.
El secretario de Finanzas precisó que el proyecto de Ley de Ingresos para el próximo año prevé ya un techo de deuda de 4 mil 500 millones de pesos para la ciudad, pero es necesario ampliar el financiamiento para atender las contingencias.
El funcionario dijo que el endeudamiento extraordinario sería destinado hacia la “zona crítica” del oriente, donde la planta de Santa Catarina y el acueducto Neza-Tláhuac, entre otras obras de infraestructura hidráulica, sufrieron daños severos.
Amador informó que el Fondo de Atención a los Desastres Naturales en la Ciudad de México (Fonaden) cuenta con 9 mil 549 millones de pesos, divididos en 3 mil millones para contingencias naturales y casi 6 mil 500 millones para contingencias fiscales.
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Advirtió, sin embargo, la necesidad de utilizar racionalmente los recursos y dejar al menos 3 mil millones de pesos a la próxima administración para enfrentar probables contingencias.
“Si nos gastamos los 9 mil millones de pesos y esto ocurre mañana, no lo vamos a poder atender, hay que estar siempre preparados (…); el sismo va a ocurrir, la tragedia está a la vuelta de la esquina en todo momento, no sabemos cuándo va a ocurrir pero va a ocurrir”, dijo, tras dar lectura al reporte de los especialistas de la UNAM que alerta sobre un futuro terremoto superior a 8 de magnitud y de hasta tres minutos de duración en la Ciudad de México.
OVM