Las tarjetas de apoyo para los adultos mayores de 61 años, expedidas por el Inapam, se han vuelto una carga económica para la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) con impacto directo en el número de beneficiarios.
De acuerdo con un estudio de la bancada panista, el año pasado la Sedesol expidió más de un millón de credenciales del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, cuyo plástico costó casi 14 millones de pesos, con lo que se pudo alcanzar una cobertura de 2 mil pensionados más.
La Sedesol presumió en diciembre pasado que en 2016 se incorporaron al padrón de beneficiarios de la tarjeta un millón 410 mil personas, cifra mayor que el año anterior por 103 mil 996.
Además, en el mismo periodo, el instituto incorporó a sus registros a 419 nuevas instituciones dedicadas a la atención y cuidado de personas adultas mayores.
Al hacer un balance de fin de año, la institución informó que su programa de afiliación “ha crecido sustancialmente en todo el país”, especialmente en Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco, Veracruz, Puebla y Nuevo León, que son las entidades con más personas incorporadas.
Según las reglas del decreto expedido en 2013, que regulan la “entrega de apoyos mediante transferencias electrónicas” para los adultos mayores a los 61 años, la realización del depósito del primer apoyo económico “se realizará en función de la disponibilidad presupuestal, independientemente de la fecha de registro” y respetando criterios de priorización establecidos.
En ese sentido, el panista Ernesto Ruffo entregó al Senado una propuesta para modificar el artículo 28 de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para que en vez de expedirles credenciales de afiliación, con el fin de que gocen de beneficios, se promueva que esa población obtenga una identificación oficial que los acredite.
“Con el fin de que gocen de beneficios que resulten de las disposiciones de la presente ley y de otros ordenamientos jurídicos aplicables”.
Hizo notar que no se busca suprimir los beneficios impartidos a los adultos mayores, sino se elimine la expedición de los plásticos para evitar un gasto innecesario de recursos, que pueden destinarse a otras actividades para ese sector o para beneficiar a otros grupos vulnerables.
“Recordemos que estamos en una época de austeridad, cualquier ahorro que podamos realizar será en beneficio del país”.
La propuesta se sostiene en el argumento de que hoy en día se expiden alrededor de un millón 100 mil credenciales por año, con un costo de aproximadamente 13 millones 700 mil pesos.
“Esta cantidad es equivalente al apoyo de dos mil adultos mayores conforme al Programa de Pensión para Adultos Mayores de la Sedesol”, asegura el senador Ruffo, quien fue el primer gobernador que en la década de los 80 introdujo la credencial de elector en su modalidad de plástico con controles de seguridad, como la fotografía.
En su balance de fin de año, la Sedesol reportó que según cifras del propio Inapam, el promedio de ahorros por persona por año es de casi mil 500 pesos, pues la tarjeta es aceptada en farmacias, centros comerciales, empresas transportistas y tiendas de ropa. Los mayores descuentos se obtienen en servicios, como el agua potable e impuesto predial, donde alcanzan reducciones de 50 por ciento y más.
El estudio panista advierte que con los avances médicos y tecnológicos se ha experimentado el aumento de la esperanza de vida, el cual en promedio es de 66 años a escala mundial.
Datos de 2015 de la Organización Mundial de Salud (OMS) indican que el número de personas con más de 60 años es de 900 millones y para 2050 la expectativa es de 2 mil millones de personas adultas en el mundo.
En México, desde 1979 existió el Instituto Nacional de la Senectud (Insen), creado con el fin de promover el desarrollo humano, proteger y atender las demandas de las personas de 60 años y más, orientado principalmente al aspecto médico-asistencial.
Sin embargo, actualmente la población de adultos mayores en México rebasa los 10.9 millones de habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que representa más de 9.3 por ciento de la población total.
A decir de Acción Nacional, en 2002 se realizó una profunda transformación del Insen a través de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores creada el 25 de junio de 2002 por el entonces presidente Vicente Fox, que tiene como objetivo principal garantizar el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores, por lo que se creó el Inapam.
Dentro de estas atribuciones se encuentra que dicho instituto expida credenciales de afiliación, con el fin de que gocen de beneficios que resulten de las disposiciones de dicha Ley.