Jimmy Kimmel arrancó su conducción de la entrega 89 de los Oscar con un guiño a la actual situación de Estados Unidos.
"Esta transmisión la están viendo millones de estadunidenses y en todo el mundo, en más de 225 países que ahora nos odian", lanzó al arranque.
"El país está dividido en este momento y he recibido consejos de personas diciéndome que tengo que decir algo para unirnos", pero "no puedo hacer eso (...). Aquí hay un solo 'Braveheart' ('Corazón valiente') en esta sala y él no nos va unir", dijo en referencia a Mel Gibson, que está nominado como Mejor Director por "Hasta el último hombre".
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"Hay millones de personas viendo esto y si cada uno tomara un minuto para hablar con alguien con quien no está de acuerdo y tener una conversación positiva y considerada, no como liberales o conservadores, sino como estadunidenses, si pudiéramos hacer eso, haríamos Estados Unidos grandioso de nuevo", siguió en referencia al eslogan de Trump.
La ceremonia inició con la música de Timberlake, que interpretó antes "Can't Stop the Feeling", tema por el que está nominado con la película de "Trolls". La combinó con el éxito de Bill Withers, "Lovely Day", llevándose los aplausos de los asistentes antes de presentar a Kimmel.
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