La defensa de la mujer que en septiembre de 2015 asesinó a sus dos hijas, menores de edad, y trató de hacer lo mismo con su único hijo varón, a quienes atacó en su domicilio de la colonia Rincón de Cumbres, volvió a promover un amparo contra la vinculación que le impusieron en la reposición del procedimiento judicial que enfrenta desde ese año.
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Por segunda ocasión, los abogados de Andrómeda Elisa Cordero Flores tratan de evitar que sea juzgada por el homicidio calificado de sus hijas y por el homicidio calificado en grado de tentativa del menor, quien se convirtió en el único y principal testigo de la tragedia.
Las acciones de los defensores oficiales Julio Balandrano y Claudio Rodríguez de la presunta homicida, han retrasado un año y cuatro meses la conclusión de la carpeta judicial que integra el agente del Ministerio Público que investiga el caso.
Fueron los magistrados del Segundo Tribunal Colegiado, quienes a finales del año pasado resolvieron que debía volverse a reponer en su totalidad el procedimiento judicial que se inició en septiembre de 2015 en contra de la mujer que permanece recluida en el penal del Topo Chico.
Los defensores consiguieron la reposición total, porque argumentaron que al momento de ser presentada ante un juez de control, por primera vez, Andrómeda Elisa se encontraba bajo los efectos de pastillas sicotrópicas que supuestamente tenía prescritas por problemas mentales.
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En la primera audiencia de vinculación, la presunta homicida se negó a declarar y se apegó a los beneficios del artículo 20 por recomendación de sus abogados.
A finales del año pasado volvió a tener la oportunidad de comparecer ante el juez Arturo Reyes Arroyo, pero al igual que en la primera ocasión, optó por guardar silencio en relación a los hechos que protagonizó el 7 de septiembre de 2015.
Pese a la postura de la imputada, sus abogados promovieron por segunda ocasión un amparo contra la resolución de dicho juzgador que la mantiene recluida en el penal.
MZ