Una gran mayoría de la población que vivió el temblor del pasado 19 de septiembre experimentará o ya sufre síndrome de estrés postraumático y constituye un riesgo de salud debido que a un 20 por ciento de esas personas pueden persistir con esta condición hasta por dos décadas, alertó Benjamín Domínguez Trejo, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cuando nos vemos sujetos a amenazas, o a situaciones impredecibles e inmanejables, hay reacciones que pueden considerarse 'normales', porque tienen la función de protegernos. Entonces, "sentir miedo después de un terremoto es una reacción normal de protección", explicó.
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"La mayoría de la población puede resistir estas experiencias debido a la edad y a las redes de apoyo, pero existe un sector en el que el síndrome no desaparecerá y se tiene que trabajar rápido y con precisión para identificar los casos de vulnerabilidad, de otra manera ese segmento puede quedar discapacitado", alertó.
El síndrome de estrés postraumático es un conjunto de síntomas que casi siempre se presentan juntos después de una experiencia traumática, como el pasado sismo.
Algunas personas que lo vivieron ya cursan por la etapa aguda; es decir, desde ocurrido el evento se sienten estresadas y temerosas ante la posibilidad de que se repita, y eso depende de experiencias personales, incluso genéticas.
Si no son tratadas, pierden el deseo de trabajar y de convivir, y en ocasiones recurren al uso del alcohol o de drogas para superar sus alteraciones, dijo el universitario.
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Domínguez Trejo señaló que en la primera etapa del estrés postraumático los afectados deben dejar que su organismo descanse.
El sueño fisiológico es el antídoto contra esta sensación, y aunque mucha gente sufre alteraciones a la hora de dormir, es importante que intente descansar porque eso permite al organismo recuperarse y resistir los síntomas del síndrome, que en condiciones adecuadas debe disminuir o desaparecer a los tres meses del evento.
"A algunas personas les es útil el 'ayuno' de noticias, porque si bien estar al pendiente nos mantiene informados, en ciertos casos son evocaciones (del temblor) que afectan emocionalmente e impiden una pronta recuperación", comentó.
Por ello, recomendó que quienes estén muy afectados disminuyan el acceso a los noticiarios como una forma de proteger su organismo y darle tiempo a recobrarse.
Otra sugerencia es mantener las redes de apoyo social, estar cerca de amigos y familiares, "personas con las que nos sintamos apoyados, pues eso nos ayuda a mantenernos en un estado de serenidad".
MMCF