"Tarde o temprano van a tener un familiar adentro, y van a saber la angustia que sentimos", repetía una de las familiares que se encontraba a las afueras del penal de Cadereyta, en espera de que se les revelara más información sobre lo sucedido.
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Alrededor de 200 familiares se reunieron afuera de las instalaciones del centro penitenciario, luego de que se reportaran disturbios y versiones de hasta 50 personas heridas, entre reos y custodios.
Luego de escuchar la primera versión del vocero de seguridad, Aldo Fasci, quien al principio aseguraba que sólo había un custodio herido, los familiares exigían que se liberara más información, incrédulos ante el gran despliegue policiaco y de ambulancias que hubo en el lugar.
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"Dijeron que nada más hay un lesionado y ya salieron cinco ambulancias", gritaba otra señora, quien junto con otras personas se oponían a la entrada de más elementos de seguridad, formando una valla humana.
Y es que el despliegue de ambulancias y patrullas fue muy extenso. La frustración y en algunos casos crisis de nervios, se apoderaba de los familiares, quienes aseguraban haber visto a reos salir a bordo de las unidades médicas.
Hubo incluso quienes aseguraban que estaban recibiendo llamadas por parte de los reos desde el interior del penal.
"Me acaban de hablar de adentro, que los están golpeando", dijo la madre de uno de los reos.
Dentro de la confusión y en su intento por no permitir la entrada de más unidades policiacas al interior del penal, una mujer fue aparentemente embestida y lesionada por una patrulla, por lo que fue removida del lugar por otros familiares y posteriormente retirada del lugar en una camioneta.
Mientras tanto, las personas seguían discutiendo con el cerco policiaco que se encontraba en la entrada del penal, exigiendo que la información fuera actualizada.
Alrededor de las 22:00 ya cuando el vocero dio la cifra oficial de siete personas lesionadas, los familiares seguían esperando que los dejaran ingresar al centro penitenciario para poder ver a los reos.
La calma volvió al cabo de un tiempo
Luego de horas de tensión la normalidad poco a poco comenzó a restaurarse pues, durante la madrugada, la presencia de patrullas y efectivos estatales y federales, se redujo a una cuantas.
Frente a la prisión estatal, sólo se apreciaron algunos efectivos resguardando el portón de acceso al penal .
Sobre la banqueta aún había un grupo reducido de personas que esperaban ingresar a la cárcel para cerciorarse de que su familiar se encontrara bien.
Algunos de ellos, aún dudaban de la veracidad de la versión dada por las autoridades estatales en torno a lo sucedido en el interior de la cárcel.
En medio de la penumbra de la calle que conecta con la entrada al penal, se observaron personas retirándose del lugar, satisfechas por haber visto y platicado con su familiar.
Vehículos del Ejército, patrullas de Fuerza Civil y de la Policía Ministerial, abandonaron las instalaciones alrededor de las dos de la madrugada.