Embotellamientos, tiempo excesivo de traslado, accidentes viales y ahora el alto precio de la gasolina, es lo que padecen 4 de cada 10 nuevoleoneses diariamente para realizar actividades de trabajo y estudio.
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Las cifras advierten que Nuevo León es uno de los estados con los porcentajes más altos de traslados en el país.
El problema de movilidad se refleja en el ciudadano que tiene que tomar dos camiones para trasladarse, gastar una hora y media en el tráfico o incluso más si hay un choque, aunque la distancia no exceda los 15 kilómetros.
La Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que el 40.4 por ciento de los nuevoleoneses tiene que viajar de un municipio a otro por cuestiones laborales, mientras que el 17.6 por ciento tiene hacerlo por estudio.
En la metrópoli es en donde converge la vida de miles de ciudadanos, pues, aunque el número de residentes en Monterrey es de un millón 109 mil 171 personas, la cifra de gente que acude a trabajar cada día a la capital regia es de 323 mil 321.
Aparte de la movilidad cotidiana por trabajo, Monterrey recibe adicionalmente 111 mil 127 estudiantes que viajan a la escuela, posicionándose como el tercer estado con más traslado por este concepto.
Nuevo León es la entidad con mayor migración interna, es decir, un 9.4 de la población se muda a otro municipio dentro del estado, según los registros de marzo de 2010 a marzo de 2015, seguida de Jalisco, con 5.5 por ciento.
Otro dato que evidencia la expansión acelerada en zonas de la periferia es la tasa de crecimiento promedio anual del 2010 al 2015 por entidad, en donde cinco de los seis municipios con mayor incremento poblacional pertenecen a Nuevo León.
Pesquería tiene el primer lugar, con un 35.2; El Carmen continúa, con un 20; Aquiles Serdán, de Chihuahua, tiene el tercer lugar, con 13; es seguido por Ciénega de Flores, con 12.4; García con 12.1, y Salinas Victoria, con un 11.3.
En su aplicación, la Ley General de Asentamientos Humanos permitiría redensificar el centro de Monterrey y su zona conurbada con desarrollos verticales de usos mixtos, concentrando a la población en lugares que tengan incluidos todo tipo de establecimientos y servicios por su naturaleza flexible en el uso de suelo.
Esta situación ha generado un debate entre especialistas, autoridades municipales, estatales, vecinos e inversionistas, pues, mientras algunos argumentan que la Ley General de Asentamientos Humanos resolvería problemas de movilidad y traslado; otros señalan que traería caos por la falta de infraestructura, vialidad y áreas verdes ante el incremento de población en ciertas zonas.
Por otro lado también es importante resaltar que, según cifras de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, el estado cuenta con 3.5 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que debe haber 9.2 metros cuadrados de áreas verdes por ciudadano.
Con la llegada de personas de municipios aledaños al centro de Monterrey el equilibrio entre áreas verdes y habitantes podría romperse y crear un déficit mayor al porcentaje que arriba se menciona.
En la década de 1960 Monterrey comienza a formar su área metropolitana entre San Pedro Garza García, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, Santa Catarina, Apodaca y Escobedo, alcanzando los 500 mil habitantes, número que creció hasta 5 millones 119 mil 504 habitantes en el 2015, por lo que ocupa el número ocho a nivel nacional.
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Por ello la infraestructura que existe en el centro de los municipios fue pensada para una población mucho menor, por lo que las vialidades, drenaje, y demás servicios, chocan con lo dispuesto dentro de la Ley General de Asentamientos Humanos.