No importa si son católicos o ateos, creyentes o agnósticos, esta Semana Santa significó para muchos regiomontanos la oportunidad de realizar un viaje de vacaciones, por lo que este domingo la Central de Autobuses se vio repleta de personas que regresaban a la ciudad.
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Los lugares de donde provenían los autobuses eran muy variados: Tamaulipas, Querétaro, Coahuila, Chihuahua, Ciudad de México, Puebla, entre otros estados del país, e incluso ciudades más allá de la frontera con Estados Unidos, como Laredo, San Antonio, o como en el caso las hermanas Herminia y Gloria, Dallas.
Luego de pasar unos días de vacaciones en una de las ciudades más importantes del estado de Texas, las dos hermanas regiomontanas, de más de 65 años, acudieron a la aerolínea Grey Hound para tomar un autobús que las dejaría en Nuevo León.
Aunque su hora de salida era a las 18:40, por la alta afluencia de viajeros, y algunas otras circunstancias, las hermanas perdieron el autobús. Ahí comenzó su "aventura" personal.
La barrera de comunicación que significa no hablar inglés, provocó que con problemas, las hermanas lograran tomar un próximo autobús hasta las 22:00; horas después de su salida, el autobús comenzó a tener fallas y tuvieron que cambiarse a otro en San Antonio.
Pero no todo terminó ahí, pues repitieron la operación de cambio en Laredo, y una vez más, ya en territorio mexicano, específicamente en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se cambiaron al autobús que finalmente las dejaría en el municipio de Escobedo, 13 horas después de su salida.
"Nos cambiaron cuatro veces de autobús, pero finalmente llegamos, después de estar todo el día en la terminal", comentó una de las hermanas, quien a pesar de todo se dijo feliz de haber visitado a su otra hermana.
Como esa, existen miles de historias de regiomontanos que aprovecharon el periodo vacacional para salir de la ciudad.
De acuerdo al personal de administración de la Central de Autobuses de Monterrey, en las próximas horas calculan recibir alrededor de mil 200 autobuses, lo que representa un incremento de entre el 70 y el 80 por ciento de la afluencia normal.
"A partir de las seis de la tarde y hasta las 10 de la noche es cuando esperamos más llegadas. Luego mañana a las 4 de la mañana se vuelve a intensificar y ya como a las 10 se tranquiliza", detalló uno de los trabajadores de administración de la Central de Autobuses.
Efectivamente, alrededor de las 19:00, la afluencia de llegadas de autobuses se elevó, por lo que la Central de vio abarrotada de personas, provocando algo de caos vial sobre la avenida Colón, a donde muchos llegaban para recoger a sus familiares.
Tal es el caso de doña Bertha, como prefirió ser llamada una ciudadana nicolaíta, que llegó a la Central de Autobuses acompañada de sus dos hijas, luego de pasar una semana completa en la Ciudad de México, visitando a sus hermanos.
"Yo soy de allá de la Ciudad de México, pero me vine a vivir acá cuando me casé, porque mi esposo es de aquí", dijo la mujer de 63 años, quien dijo que no llevó a su esposo, a pesar de que ya está jubilado y sí estaba disponible para viajar.
"Nunca se llevó bien con mis hermanos", dijo entre risas de ella y de sus hijas.
Y aunque la mayor parte de la afluencia de este domingo en la Central de Autobuses correspondía a personas que llegaban a la ciudad, algunos se disponían a partir a sus lugares de origen.
Jorge, un estudiante de 21 años, pasó cuatro días en Monterrey visitando a su novia, una estudiante del Tecnológico de Monterrey.
"Vine con mi novia, yo soy de Chihuahua, pero aproveché la Semana Santa para venir con ella. Ella también es de allá pero se vino a estudiar acá, apenas tiene un año", dijo Jorge, quien aseguró que no profesa ninguna religión. "No creo en Dios, pero pues igual, las vacaciones vienen bien".
Este domingo, las avenidas del primer cuadro de la ciudad se vieron vacías, a excepción por supuesto de algunas carreteras de entrada a la entidad, que tuvieron mayor afluencia. Con el fin del periodo vacacional, muy probablemente este lunes volverá el caos vial que caracteriza a esta ciudad.