El Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, indicó que luego del homicidio del sacerdote Joaquín Hernández, se considerará tener mayores medidas de seguridad para el resto de los curas.
"Nosotros estamos ya en eso, yo me he encontrado con las personas que trabajo, hemos estado en diálogo continuo, hemos dicho que esto lo vamos a asumir con mucha seriedad", expresó.
Señaló que el mundo en el que se vive actualmente es muy violento, por eso lo está considerado, sin embargo no tendrá mayor personal para su seguridad.
Indicó que toda la sociedad mexicana está expuesta a la inseguridad, por lo que los sacerdotes no son la excepción, pues en un ambiente "descompuesto", cualquier persona es vulnerable a ser víctima de la violencia.
"Nosotros no somos la excepción, no vivimos en una cúpula de cristal, estamos en medio de la sociedad, estamos expuestos como está expuesta la sociedad", dijo.
dcr