Denuncian basurero tóxico en Wirikuta

El emplazamiento podría ser el más grande del país y ha sido autorizado por Semarnat contiguo a los sitios sagrados de los wixaritari.

Las tierras sagradas de los huicholes en Wirikuta
Agustín del Castillo
Guadalajara /

Wirikuta, la región del desierto de Chihuahua que fue escenario de la creación del mundo, según las tradiciones de los huicholes (wixaritari) del norte de Jalisco, y que aloja uno de los fenómenos culturales más importantes de México: la peregrinación anual del peyote por aborígenes de las montañas de la Sierra Madre Occidental, está en riesgo de vivir el colapso del mundo. Al menos, de ese mundo.

Esto es lo que en síntesis ofrece el documental “Tóxico o sagrado” que difunde desde octubre pasado el Frente cívico Salvemos Wirikuta, en alusión a un tiradero de tóxicos que autorizó desde mediados de año la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y que temen sea la picota para un zona fuertemente presionada en los últimos años por las explotaciones mineras canadienses.

“Pobladores, activistas y científicos, argumentan en este documental sobre los peligros y consecuencias que implican la instalación del basurero tóxico en Santo Domingo Palula, en donde se piensa confinar desechos tóxicos industriales, radioactivos, infecciosos y químicos, mas grande del país, a 9 km del área natural protegida de Wirikuta, y lo que afectaría directamente y de forma irreversible a pobladores de la zona y al santuario natural de la cultura wixárika”, destaca la página http://venadomestizo.blogspot.mx/2016_10_01_archive.html, donde se puede localizar el video.

Añade: “El altiplano de Wirikuta es un territorio biológicamente muy rico, en él están presentes 80 por ciento de las aves de todo el desierto chihuahuense, más de la mitad de los mamíferos y más de la mitad de las especies de flora reportadas, sin embargo solo abarca el 0.3 por ciento de la superficie […] es un lugar donde se concentra una riqueza cultural como pocos lugares en el mundo, es el principal sitio de peregrinación del pueblo Wixarika, pues es en su cosmo percepción, ahí se origina el mundo y el conocimiento que les da identidad como pueblo originario, también es un lugar donde confluyen millones de peregrinos católicos que visitan a San Francisco de Asís en Real de Catorce, así como miles de turistas de diversas partes del mundo que visitan Wirikuta para conocer sus paradisiacos paisajes y para encontrar espacios de introspección y crecimiento emocional y espiritual” (sic).

El peligro, sintetiza, que “para el gobierno Federal y de San Luis Potosí este espacio sagrado tiene vocación de depósito de residuos tóxicos y es apto para devastarse y saquear las mineralizaciones de oro, plata y antimonio acosta de la destrucción del entorno natural y cultural. Hoy las voces campesinas y el pueblo Wixarika resisten ante la amenaza de la devastación de las empresas mineras agroindustriales y proyectos de vertederos de residuos tóxicos.

La construcción y operación del vertedero de desechos tóxicos será en Santo Domingo, San Luis Potosí, donde se prevé, según datos de los denunciantes, confinar 185 mil toneladas anuales de desechos industriales “como cianuro, arsénico, cromo, cadmio, mercurio y otros metales pesados” para un predio de 600 hectáreas, parte del rancho de la compañía Centro de Ingeniería y Tecnología Sustentable Palula SA de CV, de José Cerrillo Chowell, empresario minero y ex líder de la Cámara de Mineros Mexicanos.

“Según seis investigadores de El Colegio de San Luis Potosí, el proyecto aprobado por Semarnat es ilegal, ya que incumple con la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente. Dado que esta región se ubica dentro de un área natural protegida, el basurero devastaría la flora y fauna; y no solo eso, también arruinaría las mismas comunidades que habitan en esta zona desértica del centro del país, pues además de vulnerar la salud de sus habitantes, también afectaría los cultivos que son su sustento”, añade Venado Mestizo.

Además, “los habitantes de estas comunidades no fueron previamente consultados, ni informados; procedimientos que prevé la ley, en tanto que se debe garantizar que la población siempre sea informada, más cuando proyectos de esta envergadura podrían afectarlos directamente”.

Por su parte, Edgar Coronado, miembro del Comité en Defensa de la Vida de Santo Domingo, denunció a la prensa: “Hubo falsificación de firmas para que se pudiera cambiar el uso de suelo y se le pudieran otorgar a la empresa los permisos de construcción. Además, nunca se consultó a la población sobre si queríamos este basurero, no hubo una consulta pública”.

El presidente de Minera La Luz, en Villa de la Paz, e impulsor del confinamiento, José Cerrillo Chowell, “consideró que, como todo proyecto, siempre habrá oposición de alguna gente, sin embargo refirió que está garantizado que no habrá ninguna afectación a la población de las localidades cercanas y por tanto el proyecto seguirá adelante”, dijo a La Jornada San Luis.

“Siempre va a ver gente que se oponga a cualquier cosa, pero yo creo que si se cumple con toda la normatividad, pues se puede seguir adelante”, insistió. El confinamiento “es para evitar una posible contaminación ecológica y ambiental y, por supuesto, una afectación grave al ser humano; San Luis en la cuestión automotriz está produciendo mucho material de este tipo y es necesario controlar estos desechos”.

LAS MÁS VISTAS