Si te lavas los dientes en el baño seguramente no estés enterado de todo lo que esconde tu cepillo dental, y es que científicos han identificado que existe la misma cantidad de bacterias en el cepillo para limpiar el inodoro que en un cepillo dental que ubicado en el área de baño, ¿lo sabías?
En efecto, te lavas los dientes con estas bacterias ya que existe una ligera evaporación en el agua del inodoro, por lo que las bacterias suben al aire de la habitación, lo que hace que el cepillo de dientes se contamine a la semana o mes de uso, esto empeora si el cuarto está mal ventilado.
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Algunos virus y bacterias peligrosas que puede contener tu cepillo son: virus de la gripe o influenza; herpes simple I; bacterias estreptococos; Escherichia coli (E. Coli), Candida albicans; bacterias coliformes.
Por lo que se recomienda esterilizar el cepillo de dientes, ¿cómo? Aquí te lo decimos:
- Lávate las manos antes y después de usar el cepillo de dientes.
- Sostén el cepillo bajo el chorro de agua caliente para ablandar las cerdas y que facilite el desprendimiento de residuos, posteriormente cambia el chorro a agua fría y con el pulgar frota las cerdas con fuerza.
- Remoja tu cepillo en enjuague bucal antibacteriano y agítalo durante 30 segundos, esto ayudará a eliminar los gérmenes y destruir la mayoría de los microorganismos.
- Disuelve dos cucharadas de bicarbonato de sodio en una taza de agua tibia y deja el cepillo remojándose una noche.
Ahora no hay excusa, está en ti seguir lavándote con bacterias o librarte de ellas.
CR