Personas mayores en México, discriminadas y pobres

En el contexto del día internacional de ese grupo etario, el Conapred señala que muchos viven sin acceso a empleo, con pensiones escasas y sin atención médica.

Quienes tienen más de 65 años, obligados a seguir trabajando porque no tienen garantía de ingreso.
Eugenia Jiménez Cáliz
México /

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) informó que en México alrededor de 8.5 millones de habitantes son mayores de 65 años, de los cuales casi la mitad (4.2 millones) viven en pobreza y 8 mil sobreviven en condición de extrema pobreza, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, lo que acentúa la discriminación de ese sector.

En el contexto del Día Internacional de las Personas Mayores, el Conapred indicó que muchos viven con ingresos insuficientes por la falta de acceso a empleos de calidad, pensiones escasas o nulas, dependencia económica de sus familias o del Estado, así como alimentación y atención médica insuficiente.

La Encuesta Nacional de Envejecimiento 2015 demuestra que existen diversos estereotipos y prejuicios en torno a las personas mayores, entre los que destacan que son menos productivas y menos capaces para resolver problemas, tienen mala memoria, son menos cuidadosas de su higiene que los jóvenes, su salud es mala, ya no aprenden, son como niños o se irritan con facilidad.

Los tres principales problemas que aquejan a las personas mayores, según los datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (2010) son: económicos (aquejan a cuatro de cada 10); enfermedad, acceso a servicios de salud y medicamentos (cuatro de cada 10); y laborales (casi tres de cada 10).

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 2015, el analfabetismo entre personas con más de 65 años aumenta con el rango de edad y siempre es mayor en mujeres. Además, 19.6 por ciento de las personas mayores que hablan una lengua indígena no entiende el español.

Isalia Nava, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, alertó que al revisar las condiciones actuales de las personas mayores, se han detectado una serie de deficiencias, como que muchas de ellas no tienen seguridad económica, y el panorama para las siguientes décadas es desalentador, en términos de una mayor desprotección.

Panorama a futuro

Nava señaló que México vive un visible proceso de envejecimiento. A partir de las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), para 2050 serán personas mayores de 60 años 32.4 millones de habitantes (21.5 por ciento de la población), y de no tomar medidas, ese segmento quedará con menores posibilidades de contar con seguridad social y económica.

Lo ideal, expuso, sería que al llegar a esa edad se tenga una pensión que permita cubrir esas necesidades; sin embargo, en 2013 solo 26 por ciento de individuos con 60 años o más años tenía una pensión contributiva.

La académica puntualizó que la situación se agrava para las mujeres, porque solo 18.5 por ciento cuenta con protección social, y más de la mitad tiene pensión por condición de viudez, no por haber participado en alguna actividad laboral. De los hombres, 35 por ciento está pensionado.

Ante esa situación, Nava consideró que ese segmento de la población debe buscar otras fuentes de ingreso, que provienen generalmente de la participación en la actividad económica. “Tienen que seguir trabajando porque no cuentan con ninguna garantía de ingreso”, resaltó.

La mitad de la población de hombres participa en una actividad económica; entre las mujeres el porcentaje es de apenas 19.6 por ciento. No obstante, más de 70 por ciento está en la informalidad y predominan las labores que están en desprotección social.

Otra fuente de recursos son los apoyos que otorga el gobierno, pero los montos tienden a ser muy bajos, por lo que tampoco representan un mecanismo de protección. A ello se suma el soporte que viene de la familia, “pero no siempre hay garantía de recibirlo”.

La especialista señaló que es necesario que la población que aún no alcanza la tercera edad ponga más cuidado en su salud para llegar a los 60 años en condiciones óptimas y prevenir enfermedades. En la parte económica, se requieren medidas y acciones de gobierno, como la revisión del sistema de pensiones y una reforma a la seguridad social.

Una medida, concluyó Nava, puede enfocarse al aumento de los salarios, “pero también hay que pensar en reestructuraciones que nos lleven a tener una sociedad más productiva”.

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