Un grupo de expertos realizó un experimento por medio del cual se puede prologar la fertilidad de las mujeres entre tres y seis años cuando se bloquea una proteína llamada catepsina B, según la investigación realizada por científicos del Instituto Lewis-Sigler para Genómica Integrativa del Departamento de Biología Molecular, de la Universidad de Princeton, EU, y cuyos resultados fueron publicados en un artículo de la revista Current Biology.
De acuerdo con la Agencia de Investigación y Desarrollo (AID), los investigadores compararon las proteínas presentes en los ovocitos en perfecto estado de salud con los envejecidos y descubrieron que la proteína catepsina B —que se encuentra también en los mamíferos— era escasa en los ovocitos sanos y abundante en los más viejos. La catepsina B también está relacionada con la progresión de varios tumores, incluido el cáncer de ovario.
Se detalló que para la investigación se realizaron experimentos con el gusano Caenorhabditis elegans, una especie de la familia Rhabditidae que mide aproximadamente un milímetro de longitud y vive en ambientes templados.
Estos ejemplares han sido un importante modelo de estudio para la biología, especialmente en la genética desde 1970.
El resultado obtenido es aplicable también a humanos y permitirá a las mujeres aumentar de tres a seis años su periodo fértil, aseguran los investigadores en la revista Current Biology.
BAJA CALIDAD, EL PROBLEMA
Coleen Murphy, autora principal de la investigación y quien coordina el equipo de la Universidad de Princeton, explicó que una de las características más importantes del envejecimiento es la pérdida de la capacidad de reproducción a la mitad de la edad adulta.
Recordó que después de los 30 años de edad las mujeres comienzan a conocer descensos en su fertilidad, aumento de abortos espontáneos o malformaciones congénitas relacionadas con la edad de la madre.
La menopausia —que ocurre antes del agotamiento de los ovocitos— indica que todos esos problemas se deben a la baja calidad de estos precursores inmaduros del óvulo, mucho más que a la disminución de su cantidad.
Para encontrar una solución a la baja calidad de los ovocitos, los investigadores centraron sus trabajos en el pequeño gusano cuya relativa proximidad genética a los seres humanos —así como su corta vida de tres semanas —, lo hace especialmente útil para la investigación genética.
Ya se había identificado en ese nematodo un declive de la reproducción a la mitad de su vida debido, en parte, a la baja calidad de los ovocitos no fecundados, lo cual ocurre de manera similar en las mujeres.
RESULTADOS SORPRENDENTES
Los resultados se obtuvieron cuando los investigadores compararon las proteínas de los ovocitos en perfecto estado de salud con los de baja calidad, fue ahí donde descubrieron que la catepsina B, es escasa en los sanos y abunda en los viejos.
Posteriormente administraron a los nematodos medicamentos que bloqueaban estas proteínas y los resultados fueron sorprendentes: incluso administrados tarde —en mitad de la reproducción—, la calidad de los ovocitos aumentó. Según los investigadores, con intervenciones médicas, se puede retrasar el envejecimiento de la capacidad reproductora de la mujer.
Señalaron que si se desactivan completamente los genes de la catepsina B, el aumento del periodo fértil del nematodo aumenta 10 por ciento, debido al retraso que se consigue en el envejecimiento de los ovocitos y a la mejora que aporta el tratamiento a su morfología.
Traspasando los resultados del experimento a los seres humanos, los científicos señalaron que esto significa una prolongación de entre tres y seis años el periodo de reproducción de la mujer.
Además, también se destacó que estos resultados confirman que es posible utilizar un agente farmacológico para ralentizar el envejecimiento de la capacidad reproductiva femenina.
Pese al logro, los investigadores reconocieron que el inhibidor de la catepsina B aún necesita un estudio más profundo para ser probado en humanos.