¿Amas correr fuera de la caminadora, pero odias tropezar con la gente y tener que esquivar autos todo el tiempo? Es normal. Vivir en la ciudad tiene muchas ventajas, pero también muchos efectos negativos sobre este tipo de actividades.
Si eres afortunado y tienes cerca de tu casa un espacio natural, aventúrate y practica ejercicio al aire libre. Esta tendencia de ejercicio se conoce como trail running y tiene múltiples beneficios.
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Un estudio realizado en la Universidad de Stanford demostró que correr en espacios verdes —como bosques o montañas— libera tu cerebro y puede reducir el riesgo de una depresión. Así que no lo pienses mucho, aquí te decimos cómo iniciar.
1. El calzado adecuado
Compra un par de tenis que pueda dar la batalla, con una suela amortiguadora que resista las superficies duras y cambiantes. Explícale al experto de la tienda que los necesitas para terrenos exteriores e irregulares. No intentes correr con los tenis suaves que usas para el gimnasio porque podrías lesionarte.
2. Checa el clima
Si entrenas en interiores es probable que no te afecte lo que sucede en el exterior, pero si corres al aire libre el clima ambiente es un factor importante. Si hay probabilidades de lluvia, mejor considera llevar una chamarra rompe-vientos o un impermeable; si hay mucho sol, protégete con una gorra y usa siempre bloqueador solar.
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3. No te creas maratonista en un día
Considera que correr en el exterior y en un terreno irregular probablemente resultará más cansado que hacer tu rutina normal de correr en interiores y en terreno regular. No quieras correr a máxima velocidad o por mucho tiempo en tu primer día, porque podrías lastimarte. Ah… y no olvides mantenerte hidratado, antes y después de tu rutina.
AG