¿Te gustaría disfrutar de una noche llena de placer? El slow sex o sexo lento te asegurará una experiencia inolvidable y te hará darte cuenta que el placer no solo culmina con el orgasmo.
Esta práctica consiste en tener relaciones sexuales de una manera lenta, disfrutando de cada una de las distintas sensaciones para gozar al máximo cada momento.
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Este tipo de sexo debe hacerse de manera tranquila, dejándose llevar por el juego previo hasta entregarse en el punto culminante que puede ser el orgasmo, la penetración o la masturbación. Deja a un lado la vergüenza y permite que exploren tu cuerpo.
Inclusive se puede acordar un encuentro en el que no haya eyaculación u orgasmos, solo ponerse de meta disfrutar el momento en que ambos se den placer. Si deseas vivir una experiencia diferente con tu pareja esta será una buena opción.
AG