La primera bailarina de la Ópera de Berlín, ha pasado por un arduo proceso para llegar desde Texcoco, su lugar de nacimiento, hasta brillar en uno de los principales escenarios dancísticos del mundo.
¿Qué se siente ser la bailarina más famosa de México, hoy?
La verdad es que es un gran honor. Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de desarrollar una carrera como la mía. Pero sé que también es una responsabilidad muy grande; como bailarina, como mujer, espero haber comenzado algo, espero ser solo la primera de muchas mexicanas que lleguen tener una posición al nivel al que lo tengo ahora.
¿Y te veías así de niña? ¿Esto es con lo que soñabas?
Sí soñaba con llegar a ser primera bailarina; estar en los grandes escenarios y llevar la parte principal, pero una nunca se imagina cómo va a ser. No sabía tampoco todo lo que eso implicaba. Mi vida cambió radicalmente: tuve que dejar mi país, aprender otros idiomas, conocer otro tipo de tradiciones, ya tengo a mi familia acá en Europa, pero al principio estuve muy sola. Todo lo que era Elisa de niña, todo lo que imaginaba, cambió; pero lo que puedo decir es que hoy el sueño está siendo más grande de lo que me pude haber imaginado.
¿Cómo fue el paso para llegar desde México hasta uno de los principales escenarios dancísticos del mundo?
Comencé con la danza clásica a los seis años, en una escuela del INBA, luego, a los nueve, me metí a contemporánea. A partir de esa plataforma gané una medalla de oro en un concurso infantil y juvenil y una beca para irme a aprender ballet en Londres, en la English National Ballet School.
Ha sido un paso difícil, de mucho esfuerzo y sobre todo de mucha disciplina, porque todo lo que una quiere lograr en la vida, cuesta. Hay que competir con otros bailarines, estar al día, mantener el nivel. Como todas las carreras artísticas, la danza requiere de mucho esfuerzo para vivir de ella. Lo ha hecho un poco más fácil que es algo que yo amo.
Cuéntanos acerca de tu fundación.
La Fundación existe porque hace un par de años, junto con mi esposo, empecé a hacer espectáculos en México, para además aportar algo de las experiencias y del conocimiento que he obtenido acá. Pensé que tal vez podría apoyar a las nuevas generaciones, motivarlas; nuestro objetivo es promover la danza y el arte en nuestro país porque hay mucho talento, pero no necesariamente las oportunidades y el apoyo para llegar muy alto.
Hasta ahora tenemos el apoyo del gobierno y por medio de sus aportaciones podemos dar funciones gratuitas, hemos podido apoyar a niños y niñas para que vayan a concursos de danza a Alemania, para que vayan a cursos pagando transporte, alimentos y alojamiento.
Espero que cuando yo me retire de los escenarios pueda dedicarme a la Fundación al 100% porque es muy importante también.
¿Qué consejo le darías a otras jóvenes que quieran lograr lo que tú has logrado?
Antes que nada: disciplina y perseverancia. Sobre todo, que tengan sus objetivos fijos en la mente; solo así puedes levantarte y seguir después de tropezar con los obstáculos que te pone la vida. Si tienes una idea y un punto al que llegar, tienes que seguir hacia allá, pase lo que pase. Tienes que tener disciplina, tienes que tener una meta.
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