15 mitos y creencias erróneas sobre la cerveza

Si te gusta la cerveza, hoy que es su día es una excelente oportunidad de derrumbar algunos mitos y creencias falsas sobre esta deliciosa bebida.

Si crees que la cerveza debe servirse helada, tienes que leer esto. (Especial)
Francisco Masse
Ciudad de México /

Como cada primer viernes de agosto, hoy los cerveceros —productores, vendedores o aficionados— celebramos el Día Internacional de la Cerveza. Y este día de fiesta es una excelente oportunidad para derrumbar, de una vez por todas, algunos mitos y creencias erróneas sobre esta bebida.

De paso, también hablamos un poco de la cerveza artesanal, que tiene tanta tradición que está muy lejos de ser una moda. Aquí vamos…


Mito 1. La cerveza se toma helada

Aunque por el calor de nuestro país tropical acostumbramos beber la cerveza lo más fría posible, es un hecho que al hacerlo nos perdemos de los matices de sabor de una cerveza, que se disimulan hasta casi perderse. Si vas a tomar una buena cerveza, lo mejor es tomarla fría o fresca —no helada— y permitir que poco a poco se entibie: así percibirás nuevos aromas y sabores.

Mito 2. La cerveza se toma directamente de la botella

Si bien por comodidad estamos habituados a “chelear a pico de botella”, de este modo impedimos que la nariz perciba los olores de la cerveza, y estos son los responsables de gran parte del sabor que percibimos. Si en verdad quieres disfrutar su sabor y no sólo refrescarte, lo mejor es servirla en un vaso o tarro adecuado, y que éste no esté helado, pues el “choque térmico” puede arruinar tu cerveza.

Mito 3. La cerveza 'se quema'

Otra creencia popular es que si enfrías la cerveza y la dejas entibiar, “la quemas” y arruinas su sabor. Pero esto es falso: la cerveza, a lo largo de su proceso de distribución y almacenamiento, puede enfriarse y entibiarse varias veces; pero, siempre y cuando estos procesos sean graduales y no la sometas a un “choque térmico” muy brusco, no le pasará nada.

Mito 4. Si mezclas cerveza con vino o destilados, 'te cruzas'

Lo que te emborracha no es el tipo de bebida sino el volumen de alcohol que ingieres, así que da igual si tomas cerveza con tequila o con rompope. Tampoco “se te sube” si te da el aire. Si quieres saber a detalle qué sucede en tu organismo cuando bebes alcohol y por qué se piensa que “te cruzas”, puedes leerlo aquí.

Mito 5. La cerveza engorda

Si portas la famosa “panza de chelero”, puede deberse a tres cosas: a tu estilo de vida sedentario, a las botanas y platillos que consumes con tus cervezas, o a la mala calidad de los ingredientes con que éstas están hechas y que inflaman tu abdomen. Tampoco ayuda que bebas en exceso. En general, el consumo moderado de buena cerveza incluso puede ser benéfico para tu salud.

Mito 6. La cerveza oscura tiene más alcohol

El color de una cerveza no tiene relación alguna con su volumen alcohólico, pues su oscuridad depende del grano usado en su elaboración y el nivel de tostado a que es sometido. Existen cervezas oscuras con porcentajes alcohólicos relativamente bajos y claras muy alcohólicas; por ejemplo, una Duvel, que es clara, tiene 8.5 por ciento de alcohol: casi el triple que una cerveza industrial.

Mito 7. El vino es más sano que la cerveza

Mucho se habla de los beneficios para la salud que tiene el vino, pero poco se dice sobre su acidez —¿alguna vez has sufrido una resaca de vino?— y del hecho de que la cerveza tiene el doble de antioxidantes que el vino.


Mito 8. La cerveza siempre es amarga

El amargor de una cerveza se debe al lúpulo que se usa en su elaboración; las cantidades de esta planta cannabácea, sin embargo, varían de estilo en estilo, de modo que puedes hallar cervezas semidulces —como una Barleywine—, “chocolatosas” —como una Russian Imperial Stout— o hasta muy secas y amargas —como una India Pale Ale (IPA).

Mito 9. La cerveza embotellada es mejor que la enlatada

Según los expertos, nada conserva mejor la frescura de una cerveza que una lata de aluminio, pues es hermética —así que no deja pasar la luz del sol— y responde mejor a los cambios de temperatura. Pero, aunque venga en lata, lo mejor seguirá siendo beberla en el vaso o tarro correspondiente y no directamente de la lata.

Mito 10. Una cerveza turbia 'salió mala' o 'tiene basuras'

En México estamos acostumbrados a beber lágers que, por lo general, son bastante cristalinas debido a que son filtradas. Sin embargo, otros estilos no filtrados pueden presentar una turbidez media o densa, lo cual no significa que tenga “basuras” o que esté mala; simplemente hay que entender que la cerveza consiste en pequeños ingredientes flotando en agua, y que estos a veces son perceptibles a la vista.

Mito 11. Láger significa 'ligera'

En el mundo de la cerveza, existen dos grandes estilos —bueno, tres; pero ésa es otra historia, muy larga de contar—: Ales, que se fermentan a temperatura ambiente y Lagers, que se fermentan en frío. Las últimas, a las que nuestro paladar está habituado, provienen de la tradición alemana y su nombre significa en alemán ‘bodega o depósito’, que es el helado lugar donde se fermentaban y almacenaban dichas cervezas.

Mito 12. Todas las cervezas son iguales

Nada más lejos de la realidad. De entrada, las cervezas del mundo provienen de tres grandes tradiciones: la germánica, la británica y la franco-belga; en estas regiones, durante muchos siglos los maestros cerveceros han perfeccionado las proporciones de sus ingredientes y sus procesos para entregar piezas únicas y nativas de cada región. Nada más hay que probar una de cada país para entender que el de la cerveza es un universo con un número casi infinito de posibilidades.

Mito 13. México es un país cervecero

Nuestra afición por “las chelas” y la disponibilidad que nos brinda una tienda de conveniencia casi en cada esquina puede hacernos creer que somos un país cervecero. Pero hay que recordar que la cebada y el trigo entraron a nuestro país hace apenas unos siglos, que el gusto por la cerveza fue impuesto en el siglo XIX por Maximiliano de Habsburgo y que, hablando de ingestas promedio, México ocupa el lugar 40 en el mundo —muy lejos de la República Checa, donde cada habitante bebe en promedio 142 litros de cerveza al año.

Mito 14. La cerveza artesanal 'es una moda'

Esta creencia quizá se deba a campañas de cervezas industriales que buscan desprestigiar a los pequeños productores. Pero la realidad es que la cerveza nació siendo artesanal en los monasterios, en los pubs y en las casas de los fabricantes que lanzaban sus marcas “artesanales”, las cuales en el siglo XX fueron poco a poco compradas por consorcios internacionales que, mediante la publicidad, impusieron la moda de beber cerveza industrial. Así que, en todo caso, sería al revés.

Mito 15. La cerveza artesanal es para 'snobs' o 'delicaditos'

Cualquiera que disfrute de un sabor agradable, complejo y de un producto bien hecho puede disfrutar, sin esnobismos ni conocimientos previos, de una cerveza artesanal. Y en cuanto a la resistencia, reto a cualquier bebedor de “chela” a que se tome tres cervezas artesanales de buen grado alcohólico con la misma velocidad que ingiere las suyas y que, después, intente caminar en línea recta al baño.

A ver cómo le va…


FM

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