La reunión del G7 tuvo lugar en la isla de Sicilia, en Italia el pasado viernes 26 de mayo. Ese día no sólo se producía una estampa histórica, donde figuraba el primer esposo gay de un dirigente europeo, sino también, en la preciosa isla italiana había una pareja de dirigentes que estaba en el punto de mira: el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente francés Emmanuel Macron.
Ambos mandatarios fueron fotografiados por la prensa disfrutando de un agradable paseo juntos vestidos reglamentariamente con sus trajes impecables y manteniendo una conversación amena.
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La escena se ha convertido en una anécdota curiosa que sumar al currículum de Trudeau, que sigue siendo uno de los políticos más atractivos del panorama internacional.
mrf